Lo que las películas de vaqueros no nos cuentan

-De María Elvira Roca Barea

La puesta en escena mil veces repetida en el wéstern según la cual los blancos avanzan con sus carretas desde el este, por territorio inexplorado y habitado por tribus hostiles que nunca han tenido contacto con el hombre blanco, es completamente falsa, porque obvia la existencia de la verdadera realidad con la que el blanco protestante se tropezó conforme ocupaba la mayor parte de los territorios: Un mundo Hispanomestizo donde había pueblos y se hablaba español.

Gerónimo hablaba español y estaba bautizado, y sus padres también lo estaban. Los apaches chiricahuas llevaban dos generaciones conviviendo sin problemas con la Corona Española.

El primer levantamiento apache se produjo en 1848 con el virreinato de La Nueva España ya independizado, cuando los indios dejaron de estar amparados por las Leyes de Indias.

Más de un tercio de lo que hoy es Estados Unidos fue en algún momento de su historia parte del imperio Español.

Estados Unidos ocupó en 1848 el 52% del territorio Mexicano. Estamos hablando de más de dos millones de kilómetros cuadrados, o sea, la superficie de España multiplicada por cuatro. En esa franja aproximadamente estaba la Apachería, que es como se denomina la región en la que se asentaron los apaches cuando atravesaron las fronteras del imperio español en el siglo XVIII buscando protección frente a las feroces incursiones de los comanches.

El primer documento que menciona la existencia de los apaches se escribió en Taos en 1702. En 1720 llega allí una embajada apache solicitando permiso para asentarse en el territorio, permiso que es concedido por el gobernador Español.

En América no había caballos antes de la llegada de los españoles pero los estadounidenses se encontraron a los indios a caballo ¿adivinas quienes les enseñaron a montar?

Gerónimo terminó sus días en una carreta enseñado por las ferias como la gran bestia que había sido reducida por el hombre blanco. Pero la historia cambia mucho si sabemos que esa ‘bestia’ hablaba español, era católico y se santiguaba.

Salir de la versión móvil