El desacreditado y desaliñado Vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, Ricardo Cabrisas, sostuvo la semana pasada varios encuentros con miembros del gabinete ministerial de Pedro Sánchez.Entre ellos estuvo Nadia Calviño, ministra de Economía y Empresas de España. Ambos funcionarios se dieron cita en la embajada de Cuba en Madrid. Otra personalidad que recibió al ministro que, según el propio Raúl Castro “habla mucho pero nunca vende nada”, fue la Ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Reyes Maroto Illera. Por cierto, el espía convicto y confeso que ejerce de embajador de Cuba en España, Gustavo Machín, publicó un twit en sus redes sociales con el nombre de una ministra que no existe. En efecto, en lugar de Maroto, el embajador de la satrapía la rebautizó con el apellido Montoro.
El señor Cabrisas ha venido a la Península a vender aire, viento y buscando nuevas vacas que ordeñar, pero como de costumbre, el éxito ha sido relativo porque las trabas administrativas sumadas a los impagos ocasionados por la falta de liquidez, hacen que los empresarios sensatos se lo piensen dos veces antes de meterse en aquella olla de grillos.
Pero Cabrisas no ha sido el único funcionario que se pasea por Madrid en estos días, también estuvo de visita en la capital el Director General del Minrex, Emilio Lozada, enviado en apoyo a la comitiva que estuvo en la Feria de Madrid, para sondear un poco el ambiente en lo que respecta a Venezuela. Para ello, nadie mejor que Rafael Garranzo, Director General para Iberoamérica y el Caribe del actual gobierno socialista.
El baile de funcionarios de la satrapía no cesa, pero se anuncian tiempos borrascosos con la nueva posición de España respecto a Venezuela. Veremos qué pasa.