Las Máquinas de Trovar de Pedro G. Romero en el Museo Reina Sofía

Madrid, 16 de noviembre de 2021.

La antológica Máquinas de Trovar repasa la trayectoria del artista, comisario y editor Pedro G. Romero (Aracena, Huelva, 1964), siguiendo un itinerario cronológico inverso, arrancando con los proyectos más recientes, hasta llegar a los primeros trabajos de la década de los ochenta. Desde que  se inicia en el terreno artístico, sus trabajos han sido calificados de singulares, particulares, excéntricos. Pero, lejos de buscar una posición solitaria y más allá de simplificaciones en torno a lo colectivo, su modo de hacer ha consistido en tramar aparatos, índices, dispositivos, en definitiva, máquinas que se vinculan al campo del arte.

En su trabajo, Pedro G. Romero analiza sucesos históricos, la vida y la circulación de imágenes, la iconografía sacramental, el gesto iconoclasta de las vanguardias artísticas del siglo XX y el arte moderno, el flamenco, los conceptos e imaginarios sobre las culturas populares, la economía, las políticas culturales o las formas de especulación urbana. Este vasto acervo se resignifica en una obra que se manifiesta a través de la concepción de instalaciones, la investigación, la escritura, el comisariado y la conexión con el cine y las artes en vivo.

Su permanente reflexión sobre el uso y administración ideológica de las imágenes se articula en torno a algunas cuestiones fundamentales: ¿Al servicio de quiénes y a qué intereses responde la construcción de la imagen, su visibilidad o invisibilidad en contextos específicos, su apropiación, capitalización y reaparición en el tiempo? ¿Qué roles desempeñan las clases culturales en tanto productoras y/o reproductoras de imágenes que son insertadas en la práctica artística contemporánea? ¿Qué potencia o capacidad de activación tiene la gestión política de esas imágenes en un campo cultural que redefine constantemente a sus agentes, incluido el museo como espacio público?

Pedro G Romero explica así el leitmotiv de la exposición que ahora presenta: “Tiene que ver con la idea de que cualquier obra de arte está siempre participada por otro, de ahí la idea de máquina ya que lo que realmente importa es que la estructura de las piezas son una especie de puesta en acción de ideas, de materias. Esas máquinas son las que dan nombre a la muestra, que viene de un texto de Antonio Machado en el que compara la vanguardia moderna con el hacer de los cantaores del pueblo cuando componen un fandango”.

Proyectos más recientes

El recorrido de la exposición comienza con los trabajos emprendidos por Pedro G. Romero en los últimos cinco años, como la película Nueve Sevillas (2020), realizada en colaboración con el director Gonzalo García Pelayo, que actualiza el legado de Vivir en Sevilla, su obra de 1978. Se incluye también Roma/Romá (2019), que nos acerca a una serie de grabaciones realizadas en la capital italiana Juan Jiménez “Bobote”, bailaor, palmero, cantaor ocasional, y registradas con el artista sonoro austriaco Stefan Voglsinger.

Otra obra reciente que su puede ver en la muestra es La farsa monea (1917), un proyecto desarrollado con Niño de Elche e Israel Galván en el marco de la documenta 14 de Atenas y Kassel (2017), bajo la dirección artística de Adam Szymczyk, con la colaboración, entre otros, de Paul B. Preciado.

También se exhibe Las espadas (2016) que se construye sobre la base de un baile colectivo al modo de la Ezpata-dantza que se practica en Euskadi y alguna otra región de la península ibérica. Aunque de orígenes inciertos, a través del uso de las espadas se manifiestan distintas formas de gestionar la violencia en los llamados tiempos de paz, en este caso a través de los once artistas colaboradores: Miguel Benlloch, Marco de Ana, Niño de Elche, Javiera de la Fuente, Ines Doujak, Israel Galván, Isaías Griñolo, Juan Jiménez “Bobote”, Sonia Sánchez, Mónica Valenciano e Idoia Zabaleta. Esta propuesta empezó a gestarse en los trabajos del Archivo F.X. para el proyecto Tratado de paz, (2013-2017, Capital Europea de la Cultura Donostia-San Sebastián 2016).

La exposición incluye además un proyecto realizado específicamente para la ocasión, Canciones de la guerra social contemporánea II. Se trata de una gran instalación a modo de plaza, con escenografía concebida por el artista, donde de manera improvisada van a tener lugar actuaciones musicales en vivo de reconocidos artistas. Pasarán por la sala, Rodrigo Cuevas, Gabriel de la Tomasa, Niño de Elche, Pollito de Graná, Oier Etxeberria, Julio Jara, Le Parody, Soleá Morente y Christina Rosenvinge.

Esta propuesta parte del cancionero del mismo título compilado y preparado por Guy Debord, Alice Beker-Ho y otros situacionistas, que fue publicado en 1981 como panfleto firmado de manera anónima por ”unos iconoclastas”. Basado principalmente en el cancionero escrito en 1931 por Federico García Lorca para la bailaora La Argentinita, incluía coplas folk y flamencas así como grabaciones de cantautores. Las 12 canciones que se presentan en el recorrido, las mismas del panfleto original, suponen una suerte de crónica de la transición política española desde el punto de vista de la autonomía obrera.

Los años 90

Desde finales de la década de 1990, Pedro G. Romero, trabaja en dos grandes aparatos: el Archivo F. X. y la Máquina P.H. A través de esta última promueve la Plataforma Independiente de Estudios Flamencos Modernos y Contemporáneos (PIE.FMC) cuyo objetivo principal es ampliar el campo de estudio del flamenco con herramientas procedentes de la estética, la historia del arte, los estudios visuales y las nuevas consideraciones que llegan desde los estudios culturales a la antropología y la sociología.

En relación con los imaginarios del flamenco y la cultura popular, ha impulsado proyectos a escala europea, como forma-de-vida, sobre el trabajo del arte en flamencos, gitanos y romaníes para la Bergen Assembly en Noruega y la Kunstverein de Stuttgart.

En cuanto a Archivo F.X., el proyecto nació como una reflexión sobre el fin del arte y constituye un amplio conjunto de trabajos en torno a la imagen y la iconoclastia que fue redefiniendose en distintos ciclos —Política, Economía, Esthesis-.

En diversos espacios de la muestra s se presta especial atención también a lo que Pedro G. Romero llama “rodillas”, “rótulas” y “patellas”, actividades asociativas, colaboraciones con revistas, grupos de artistas o instituciones universitarias. Bajo este nombre se presentan una serie de actividades, materiales y documentos importantes para entender su trabajo, más allá del estricto papel que se le asigna.

También se incluye una “exposición dentro de la exposición” que da cuenta del trabajo de Pedro G. Romero como comisario en Máquina de Goya, un proyecto relacionado con artistas como Leonardo Alenza, Francisco Lameyer y Eugenio Lucas Velázquez que, en la estela del artista aragonés, ligaron la tradición conceptista con el empuje de lo popular en los albores del mundo contemporáneo.

Primeras incursiones artísticas

De la época de los años 80, se muestran algunos de los trabajos de Pedro G. como crítico de arte de sus primeros heterónimos, José Luis Borja o Jota Gracián, así como su participación en dos exposiciones capitales, Antes y después del entusiasmo 1972-1992, en la KunstRain de Ámsterdam, 1989, comisariada por José Luis Brea y El Sueño Imperativo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, 1991, comisariada por Mar Villaespesa. También su colaboración en la revista Arena Internacional del Arte, que dirigían José Luis Brea, Kevin Power y Mar Villaespesa, y la membresía del colectivo Juan del Campo compartida con Chema Cobo, Abraham Lacalle y Luis Navarro entre 1986 y 1993. Muchas de las herramientas, posiciones y situaciones del trabajo de Pedro G. Romero surgen de la experiencia en estas plataformas de participación diversas. Su fascinación por los anónimos y heterónimos, a la postre, le llevaron a cuestionar la figura romántica del creador individual y a interesarse por cómo los hechos sociales construyen los enunciados que van a formularse en el campo del arte y viceversa.

Otros proyectos de aquella época recogidos en esta antológica son la constitución del grupo de teatro El traje de Artaud, para el que escribe El tambor futurista y M.A.T.E.M.A.T.I.C.A., así como del grupo musical Intonarumori; la creación de la revista R.A.R.O. y la consiguiente plataforma editorial; las colaboraciones con El muerto vivo, de José María Giro; su participación en La Situación en Cuenca, que dirigieron Ángel González García y Horacio Fernández; la urdimbre de Manifesto, con Julián Rodríguez y Antonio Cervera Pinto en Beja, Portugal, así como las colaboraciones con la revista Sub Rosa y con el proyecto en torno a Guy Debord, Espectáculo, Disseminação, Deriva e Exílio en la Metalúrgica Alentejana.

FECHAS: 3 de noviembre de 2021 – 28 de marzo de 2022

LUGAR: Museo Reina Sofía (Madrid). Edificio Sabatini, 3ª planta.

ORGANIZACIÓN: Museo Reina Sofía en colaboración con la Comunidad de Madrid y el apoyo de la Biblioteca Nacional y el Museo Nacional del Prado.

COMISARIO: Manuel Borja-Villel

COORDINACIÓN: María del Castillo Cabezas y Nieves Sánchez Castillo.

Con gran cariño y simpatía desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

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