Las justificaciones de ETA

Algunas almas de cántaro dicen que los males empezaron con Zapatero, poniendo especial énfasis en Sánchez. Vamos, que hasta Aznar, España iba bien. Y que antes el PSOE era un partido honrado y de estado. Uno no sabe si reír o llorar ante estas cantaletas, pero dado que no vivimos en tiempos racionales, la ironía o hasta el cinismo actúan como mecanismos de defensa.

Sea como fuere, una de las disculpas más socorridas que ha recibido ETA es que no era de “verdadera izquierda”. A su vez, tampoco tendría objetivos políticos y no era más que una banda de delincuentes comunes. Eso sí, fascista sí que era.

De nuevo, no sabe uno si reír o llorar, pero con esta “inteligencia” se ha querido enfrentar durante años y años al terrorismo separatista… Demasiado poco pasa.

Con todo, la prueba irrefutable de que ETA no es fascista es que siempre tiene una disculpa. Porque si de verdad ETA fuera fascista, desde el PP a Podemos pedirían cadena perpetua como mínimo, lo mismo que todos se juntan para hacer leyes de pseudomemorias histéricas en las que ETA ya no existe, pero Franco sigue siendo un problema.

Pero como ETA es de izquierda y encima separatista, siempre tendrá justificación, cuando no hasta apoyo.

Esto, buena parte de la derecha (o del «centrorreformismo» y todo eso) no lo ha entendido, creyendo que puede ser homologada en el circo progre que nos lleva a la sangre y el hambre. Pero por más que no lo entienda, sigue siendo así. Y vemos cómo pasan los años y cómo ETA (esa que nos dicen que no existe) va consiguiendo sus objetivos, con esos diputados que llevan la muerte en su cara.

Oye, que para ser de raza pura y superior, resultan feísimos.

Y por supuesto, algunos seguirán identificando al carlismo con ETA, cuando ETA fue la encargada de limpiar Vascongadas de carlistas. Pero hasta ahí les llega la decencia y la inteligencia, incapaces de frenar la avalancha que se cierne contra España con unos separatismos que nacen de las mismas ideas revolucionarias que ellos defienden; ideas que en su día confluyeron en el Frente Popular dispuestas a destruir España, desde el PNV (vencido por el Requeté, por más que se rindiera ante los italianos) hasta el PCE, pasando por todas las gamas jacobinas posibles.

No obstante, de los pocos resquicios de optimismo que nos quedan es que a pesar de los pesares, España sigue en pie. No pudo con nosotros Napoleón y de momento es un milagro que, con tantos esfuerzos por parte del estado para autodestruirnos, ahí sigamos. Y ahí seguimos, aunque ETA siempre tenga justificación, por ser de izquierda, por haber nacido contra Franco y todo eso.

Salir de la versión móvil