Buenos días Palmaris contentos, alegres e incluso jubilosos.
Hay una buena noticia
que alegra los corazones
y es por los calamochones
que nos saben a delicia.
La pandilla excrementicia
de Pablemos y asociados
se van a poner morados
a yoyas y escupiñajos
y los Palmaris, tan majos,
vamos a verlo encantados.
Salud para los enfermos y buena ventura a los desventurados.
Nada de clima en Valencia.
Sit tibi dies levis.
No tanta alegría. Esto no es más que la versión española y moderna de las luchas entre los antiguos bolcheviques y mencheviques rusos, que luego continuó con los troskistas.
Todo acabó con la victoria de una de las tendencias que se encargó de fusilar o mandar al gulag a los otros, y con la desgracia del pueblo ruso (y vecinos) durante 70 décadas.
Ojito, al que salga hay que pararle.