París, 9 de marzo de 2021.
Ilustración: J. B. Luna. LITOGRAFIA “ LA LIBERTAD DE CUBA “ . 1875. Nueva York. Actualmente se encuentra en The National Archives of Washington.
Querida Ofelia:
El libro de español para el último año de bachillerato en Francia, editado por la casa de Ediciones Dider, propone una famosa litografía titulada "La Libertad de Cuba". Al mismo tiempo, en un dossier dirigido a los profesores, se dan numerosas informaciones para que éstos puedan explicar a sus alumnos galos dicha litografía.
A continuación un resumen del dossier
La Libertad de Cuba
Casi cien años después de la Declaración de los Derechos Humanos, Cuba fue uno de los últimos países que abolió la esclavitud.
La litografía La Libertad de Cuba, es de origen cubano, pero fue impresa y divulgada en los USA. En ella se representó el combate y el sacrificio de los patriotas que liberaron a los esclavos de las plantaciones. Aparte de las alusiones históricas bien precisas, se encuentran también algunos elementos de propaganda propios de este tipo de obra político-ideológica.
La litografía se encuentra hogaño en The National Archives de Washington.
Cuba, a la que Colón llegó en su primer viaje a América y que fue la primera isla colonizada, también fue la última que se separó de la Corona española. Su prosperidad económica, basada en el cultivo de la caña de azúcar, necesitaba la importación masiva de esclavos negros ( los cuales acabaron por representar el 40% de la población de la Isla ); por eso Cuba fue uno de los últimos países que suprimió la esclavitud en 1886.
En 1868, Carlos Manuel de Céspedes proclamó la libertad de sus esclavos y dio en Yara el Grito de Cuba Libre, iniciando la llamada Guerra de los Diez Años que terminó en 1878 con el Pacto del Zanjón. Céspedes había de ser el primer presidente de la República en Armas ( 1869 ), la cual abolió la esclavitud que se vería restablecida al acabar la guerra, antes de desaparecer definitivamente en 1886. Esto explica la estructuración de la litografía en torno a la figura central de la República triunfante, con la familia de esclavos liberados en el primer término.
Se trata de una litografía dibujada e impresa por J.B. de Luna, cubano radicado en Estados Unidos en 1875, es decir durante la Guerra de los Diez Años.
En el centro, dominando las diferentes escenas, y magnificada por un marcado contrapicado, aparece la República Cubana vestida según una moda copiada de la Antigüedad y tocada con el gorro frigio, insignia de la libertad. Con la mano derecha enarbola la bandera cubana que ondea al viento y le sirve de fondo. Esta bandera, azul y blanca con la estrella blanca sobre fondo rojo, fue dibujada por Narciso López, primer héroe de la independencia cubana, el cual se inspiró claramente en la bandera norteamericana y el poema del cubano José María de Heredia ( 1803-1839 ) que define a Cuba como el país de «la estrella solitaria».
Con la mano izquierda sostiene el escudo cubano, en cuya parte alta figuran las armas que España otorgó a su colonia : una llave sobre la mar, por ser la isla “llave del Golfo y antemural de las Indias”; el sol posiblemente recuerde que en el imperio español, jamás se ponía el astro diurno. La parte baja es propiamente cubana con las rayas de la bandera y se inspira en la poesía herediana que define a Cuba como el país de la palma, como también lo cantará más tarde José Martí. La República se yergue en un peñón rodeado de agua que figura la isla, pisoteando el león español. La corona imperial cae y se rompe, la manzana simbólica del poder va a ser engullida por las aguas. La alegoría mira hacia un porvenir cuyos brillantes matices quedan fuera de campo.
En el primer término a la izquierda, una idílica familia de fornidos y garridos esclavos negros agradecen a la República su reciente liberación, enseñando el padre sus cadenas rotas. A su lado, las armas que yacen en el suelo simbolizan la rebelión. Los negros participaron en esa Guerra de los Diez Años (es famoso el héroe mulato Antonio Maceo ).
Detrás, se divisa un campo de batalla cruzado por unos jinetes mambís (rebeldes) que levantan la nueva bandera cubana y blanden sus armas mientras en el fondo arde un ingenio. Los rebeldes practicaban la política de la «tea incendiaria» es decir que quemaban las plantaciones cuyos propietarios solían ser realistas (españolistas). Estos incendios, no sólo debilitaban a los terratenientes sino que les obligaban a liberar a sus esclavos: sin tierra que cultivar, éstos representaban una carga y resultaba más barato darles la libertad.
A la derecha y en el fondo un español, rodeado de dos monjes --persistencia de la leyenda negra--, está agarrotando a un rebelde al que viene a coronar el ángel de la fama con una aureola de luz. Esta escena bien podría ser un homenaje a Narciso López que fue ejecutado en garrote vil, como un vulgar criminal, en La Habana en 1851.
Una propaganda falaz.
Ayer como hoy, los medias presentan su versión de los hechos
El documento pretende visiblemente exaltar la liberación de los esclavos, pues dicha «liberación» merece ponerse en tela de juicio: bien es cierto que la República en Armas abolió la esclavitud, pero más que por hermosos motivos de moral, era por la libertad del mercado de mano de obra. No se puede despedir a un esclavo sino vendiéndolo, y si no se vende hay que seguir alimentándolo, resulte rentable o no. Mientras que al trabajador libre se le contrata --y malpaga-- únicamente cuando se le necesita. En período de crisis resulta más ventajoso. Además, la aparición en Europa de la industria azucarera basada en la refinería de la remolacha se reveló muy competitiva, obligando a los azucareros cubanos a mejorar sus técnicas y maquinaria. La falta de capacitación de los esclavos era una traba para la expansión de una industria moderna.
Las cifras cantan: cuando se suprime la esclavitud ésta ya casi ha desaparecido de hecho: en 1886, sólo quedaban 100.000 esclavos ( 200.000 en 1877, y 400.000 en 1850 ).
Si, como es probable, el mártir de la derecha es Narciso López ( su muerte en garrote causó una gran emoción en el mundo cubano ), la amalgama es aún más obvia, ya que el venezolano defendía en 1850 un plan que era república independiente, libre autodeterminación y conservación de la esclavitud.
Económicamente, la guerra acelera la ruina de los pequeños y medianos terratenientes. Los más ricos modernizan los molinos, aumentan su producción y absorben a los pequeños. Nace el latifundio azucarero en el momento en que aparecen las primeras inversiones norteamericanas que van a hacerse con cantidad de plantaciones y orientan la producción de la caña hacia la producción de materia prima que se procesará en el este de los Estados Unidos. Empieza la dependencia económica”.
Y así van las cosas por estos lares.
Un gran abrazo,
Félix José Hernández
La maldad que ejercio el venezolano y NO cubano Narciso Lopez, pirata, filibustero, pagado por los yankee para el incordio a la provincia española de Cuba haciendo desembarcos con el barco yankee CREOLE, y piratas yankees a su mando. el que la maldad ejerce una atraccion irresistible en el subconciente de algunas gentes, que les llevan a elevar a los altares a vulgares asesinos que se pasaron su vida matando, robando, violando y provocando guerras y conflictos por donde pasan. Es triste reconocerlo pero asi somos los humanos.
Señor Felix Jose Hernandez :Lo mismo queria hacer el filibustero yankee William Walker en Nicaragua en 1885 y murio fusilado. Narciso Lopez pago igual su pirateo a garrote vil por querer hacer lo mismo en Cuba lo que Walker hizo en Nicaragua…… y los españoles no lo consentimos.
Narciso Lopez su intencion era constituirse en rey de Cuba, incordiando como un vil pirata filibustero y perpetuarse, como William Walker en 1855 junto a mercenarios piratas y filibusteros llamados «Los Inmortales» se apoderaron de Nicaragua al estar en boga el Destino Manifiesto yanke el que fusilaron al paredon los Nicaraguenses y los españoles a Narciso Lopez al garrote vil por asesino, pirata y mercenario, Todos los malditos tienen su castigo.