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La destrucción de la Compañía de Jesús fue un torpedo en la línea de flotación del Imperio español

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Seguimos transcribiendo la entrevista que concediera Maria Elvira Roca Barea al portal Histocast. En esta parte, la historiadora analiza como los prejuicios de los ilustrados que aconsejaban a Calos III, acabaron de hundir al Imperio español.
Un error gravísimo fue la expulsión de la Compañía de Jesús, y todo lo que la expulsión de la Compañía trajo consigo. Estaba estudiando las consecuencias de esta expulsión. Los territorios que habían quedado abandonados…, y en concreto estaba estudiando la historia de la biblioteca de San Pablo en Lima, que era la más importante, la más grande que existía en América. Sus fondos que superaban los 40 mil volúmenes.
https://youtu.be/d9-YWxro3So
No había en América una biblioteca como aquella y desde luego en Europa, probablemente tampoco. Se tardó casi un siglo en haber una que pudiera comparársele. Quería saber lo que había pasado con aquella biblioteca tras la expulsión, si realmente las autoridades intentaron conservarla. Pero, evidentemente, las infraestructuras educativas se murieron con los jesuitas. Sus fondos fueron dispersos. Fue una catástrofe cultural terrible. Estando allí descubrí esta historia de la música de Chiquitos y de los Moxos y la conservación de un patrimonio de música barroca incalculable. En un territorio situado en la cuenca del río Mamoré, en lo que hoy es Bolivia. ¡Es que no os podéis imaginar la cantidad de música barroca que se ha conservado! Pero no se trata solo de la conservación de las partituras, sino que esta gente ha seguido ejecutando esa música hasta hoy. También se ha conservado la luthería, o sea la fabricación de instrumentos, el canto, la solfa como ellos dicen, etcétera.
A pesar del tiempo transcurrido, ellos han mantenido un patrimonio que se ha ido recreando a lo largo de las décadas. A veces en condiciones de vida terribles; porque después de que los los jesuitas fueran expulsados, los Moxos y Chiquitos perdieron todo control sobre lo que habían sido sus tierras comunales. Fueron siendo cada vez más arrinconados, y finalmente expulsados. En la época de los caucheros la vida de esta gente se convirtió en un infierno. Sin embargo lograron conservar este patrimonio verdaderamente asombroso, que desde hace pocas décadas está empezando a ser conocido. Estoy diciendo que hay en esta zona de Bolivia más música barroca conservada que en Europa. ¡Es una cosa inmensa!
Es una obra colectiva anónima, pues para los indígenas no resultaba importante poner sus nombres, ni para los jesuitas tampoco. Hay óperas que se conservan en varios idiomas. En la lengua indígena local, en latín, en español. Es música sacra y este fragmento me parece bellísimo porque es un sincretismo perfecto de música barroca y música indígena. Van de la mano perfectamente aunadas. Estas composiciones también se bailaban…, se ejecutaban en la Misa Mayor de San Ignacio. En ese sincretismo entre las formas de religiosidad indígena y las formas de religiosidad católicas se dan cita tantas cosas que difícilmente pueden convivir, y sin embargo ahí se ve que pudieron hacerlo perfectamente.
El milagro es la conservación de todo este patrimonio a traves de épocas durísimas para la vida de estos pueblos, que fueron despojados de todo. Perseguidos de una manera terrible, tuvieron que huir hacia zonas muy difíciles de la selva. Sin embargo, en la huida, junto con los animales y sus enseres se llevaron también la música. Donde quiera que llegaban reconstruían nuevamente su patrimonio musical,  sus instrumentos, su viola de gamba, su violín, y seguían enseñando a los niños a tocar y a cantar.
En fin, a mí me parece una historia verdaderamente asombrosa. Alguien se tendría que sentarse a escribirla algún día.
Que todo esto fuese destruido en nombre de las ideas ilustradas y del progreso es atroz, es simplemente atroz. Los pueblos de esta zona fueron prácticamente abandonados tras la expulsión de los jesuitas. Eran poblaciones prósperas. Cultivaban vainilla y otros productos que se exportaban. No había hambre… No he conseguido entender la cobertura ideológica de esto. No lo comprendo, porque realmente lo que vino después fue absolutamente terrible. Puede que trajera prosperidad a unos pocos, pero desde luego, provocó la desdicha de todos. Por lo tanto no puedo entender el punto de vista de aquellos ilustrados ni de Carlos III que exigieron la expulsión de la Compañía. Yo no tengo vínculos de ningún tipo con la Iglesia católica pero esa es la verdad, y si la Iglesia no se defiende allá ella, pero esto no tiene explicación de ningún tipo. Los jesuitas llevaban siglos exportando quinina, no provocaron pobreza, ni provocaron destrucción, ni marginaron a nadie allí donde fueron. Entonces ¿a mí que más me da que sean jesuitas, o que sean monjes budistas, si están integrando en el imperio territorios inmensos con poblaciones muy difíciles de asimilar, la mayor parte de las veces ni siquiera eran sedentarias? El trabajo era tremendo, y ellos lo estaban haciendo bien. Pero los «ilustrados» llenos de prejuicios no comprendieron que la destrucción de la Compañía de Jesús era un torpedo en la línea de flotación del Imperio español.
 
Fuente: Histocat

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