La CUP catalana y el rey Felipe VI de España y Jerusalem

La Candidatura de Unidad Popular, la CUP, que en este caso lo de Popular lleva a más de uno y dos al retrete, porque el Popular que gusta es el del Pepé que no tiene nada de popular y sí, y mucho, de clientela carcelaria si realmente en España hubiese funcionando una justicia popular, pueden, perfectamente y están en su derecho, de no acudir a una manifestación en la que participe el rey de Jerusalén, Felipe Sexto de España.
Aunque siempre tengo la tremenda duda de no saber si Israel, Tel-Aviv, o Jerusalén son una pedanía de EE.UU, o EE.UU son una pedanía de Israel, lo que decanta la lógica más elemental es que no se puede estar empachado y con hambre.
De siempre, en esta España inquisitorial, los judíos, en boca del clero español, que no es español y sí es del Vaticano, llevaban rabo y fueron, y han sido en el franquismo profundo, los causantes de todos los males, incluidas las pertinaces sequías, que asolaban la patria hispana de Viriato y Numancia, de Lepanto y Arapiles…etc, etc.
Y si los judíos eran así de malos, no está nada de bien que el rey de España, de un país con todo su destino puesto en lo universal, sea a su vez rey de una de las ciudades más conocidas del mundo, Jerusalén, porque eso significa lo dicho: estar empachado y tener hambre.
Ser rey, recordemos los guapos, rubios, clasistas y abundantes reyes godos, que solo podían casarse entre ellos, a lo más con alguna romana de buenas sandalias, en el siglo que estamos, no es nada de particular porque no es un cargo electo. Y es tan poco particular ser rey, que los países más ricos no suelen tenerlo y no pasa nada. España lo tiene, es también rey de Jerusalén, y si no llega a ser por el listico del google servidor ni se entera de que compartimos rey con los judíos, los moros y los cristianos que viven en Jerusalén.
La CUP una candidatura del pueblo, como servidor es pueblo, y se jacta de haber bebido la crónica en fuentes muy diferentes a los bombos y platillos del franquismo y los altares, más la parte, mucha, que por viejo me tocó vivir del franquismo directamente sin que me lo contaran, lo popular, el pueblo, la hermosura de la revolución popular española que arrancó con la república, no la han podido machacar a nivel intelecto, sí y mucho a nivel de gentes, proclamando y afirmando que república en España es lo mismo que desorganización y desconcierto. Y que fue por eso por lo que se perdió la rebelión clérigo-milico-cacique, porque la gente prefirió la paz del altar y la franquista, y se olvidan, año tras año, prensa, radio, boca a boca, certificado de buena conducta, con firma del cura, de la ayuda del fascismo mundial y el caciquismo universal.
Por tanto, una Candidatura de Unidad Popular como es la CUP, a los que somos pueblo, la consideramos mucho más soberana y democrática que cualquier partido político al que le arriman yesca desde los bancos y las instituciones públicas a sotavento de leyes y necesidades sociales fundamentales. Y si no quiere juntarse en manifestación donde esté el rey de España y de Jerusalén, hay que respetarlo a tope, porque es una voluntad popular, que aunque le de miedo a muchos hasta el nombre de verdad social que representa cualquier pueblo, la gente de la calle lo que tiene y tenemos que temer miedo es a los que no son pueblo ni han sido ni serán nunca.
Es más, yo no iría a manifestación alguna con miembros de un gobierno, con políticos, que han consentido y admitido como bueno que en territorio español, en la base naval de Rota en Cádiz, operen buques de guerra extranjeros y vaya usted a saber que vehículos más para asolar un país, Siria, que creo hablar con cordura si pongo de manifiesto que muy pocos españoles, por no decir cuatro interesados, sentía animadversión guerrera hacia ellos, y se ha borrado del mapa con ayuda territorial de España, en un acto de crueldad y genocidio al más puro estilo de como dios manda.
Nos desborda la hipocresía y la indecencia. España no tiene por qué ser un pelele de nadie ni llenarse de enemigos por su culpa. Se ha sufrido mucho, se han pasado muchas hambres y calamidades en este país por culpa de los de siempre, para que los de siempre, con el miedo y el temor, sigan apostando por lo de fuera en lo material y en los intereses de los dos imperios: el gringo y el vaticano.
Somos una gente pacífica, que pese al empeño y a tenernos bajo la bota y aplastados por el copón, sabemos distinguir, como bien ha hecho la CUP, con quien nos queremos relacionar.
Salud y Felicidad. Juan Eladio Palmis.
 

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