La conquista británica de España, XIV

Tras el Congreso de Viena, un buen número de revolucionarios europeos decide impulsar la revolución liberal en América

 

Cesáreo Jarabo Jordán
Lo que a doscientos años de distancia y a la vista de los resultados parece evidente es que, “en 1817 en el congreso de Viena para la Reconstrucción de Europa tras las Guerras Napoleónicas, EEUU e Inglaterra…/… deciden repartirse América entre ellos: de Panamá al norte para EEUU, para el Sur, Inglaterra. Amenazaron a todos los gobiernos de Europa, (Francia, Austria-Hungría, Prusia, Saboya, Nápoles, Rusia), recién salidos y exhaustos tras 20 años de guerra, con financiar revoluciones republicanas y liberales” Miguel J. de Puigdorfila, lo marca en su obra “¿Por qué es mentira que las Américas eran una colonia?
Gran Bretaña, sí tenía y tiene muy claros sus objetivos, y se esmera con que, sutilmente, quede reflejada su impronta; así, el liberalismo y la dependencia europea, muy especialmente inglesa, quedó plasmado desde los símbolos nacionales hasta las proclamas de los políticos.

“Los símbolos nacionales, de la autoridad del estado y de la ilustración republicana, remedaron al neoclasicismo occidental, con gorros frigios, triángulos y pirámides masones, el uso sistemático de la diosa griega Themis con su balanza, espada y ojos vendados como alegoría de la justicia, el fascio de los lictores romanos (en la mayoría de los escudos nacionales y militares), y un abanico de unicornios, cuernos de la abundancia, querceas coronas romanas hechas de hojas de roble bien europeo.”

Pero la cuestión no se limitaba a lo simbólico, pues como deja señalado Rosendo Bolívar Meza, “a cambio del apoyo de Inglaterra en favor de la causa de los independentistas, Bolívar ofreció entregar al gobierno británico las provincias de Panamá y Nicaragua, para que formara de estos países el centro del comercio del universo por medio de la apertura de canales que, “rompiendo los diques de uno y otro mar, acerque las distancias más remotas y haga permanente el imperio de la Inglaterra sobre el comercio.”
Y para no crear agravios comparativos que alterasen los ánimos de la oligarquía criolla, se procedió a la redacción de la “Ley sobre la repartición de bienes nacionales entre los militares de todas clases de la República de Venezuela. Simón Bolívar, Jefe Supremo de la República de Venezuela, … Considerando que el primer deber del gobierno es recompensar los servicios de los virtuosos defensores de la República, que sacrificando generosamente sus vidas y propiedades por la libertad y felicidad de la patria …
Dada … en el Cuartel General de Santo Tomás de la Nueva Guayana, a 10 de octubre de 1817. (Firmada) Bolívar, J. G. Pérez, Secretario.”
La riqueza quedaba repartida, como buen botín entre británicos y criollos… pero la mejor parte se la llevaron los británicos, que siempre buscaron más… Así, en 1826 se celebró en Panamá un congreso convocado por Bolívar. En el mismo, Bolívar rendía América en bandeja a la Gran Bretaña.
Planteó varios extremos que culminaban con que “la Gran Bretaña alcanzaría, sin duda, ventajas considerables por este arreglo cuyos aspectos esenciales quedan resumidos en los siguientes puntos:

  1. Su influencia en Europa aumentaría progresivamente.
  2. La América le serviría como de un opulento dominio de comercio.
  3. Sería para la América el centro de sus relaciones entre el Asia y la Europa.
    4. Los ingleses se considerarían iguales a los ciudadanos de América.
    5. Las relaciones mútuas entre los dos países lograrían con el tiempo ser unas mismas.
    6. El carácter británico y sus costumbres las tomarían los americanos por los objetos normales de su existencia futura.
    7. En la marcha de los siglos, podrá encontrarse, quizá una sola nación cubriendo al universo: la federal.”
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