La leyenda negra hispanófoba produce exabruptos más bien esquizofrénicos, a saber: Por un lado, los españoles exterminaron a los taínos, pero por otro lado, hay quien dice que Puerto Rico nada tiene que ver con España porque son taínos. Algo parecido ocurre en la Península con las teorías sacadas de Américo Castro: Los españoles somos diferentes porque somos moros y judíos pero somos muy malos porque expulsamos a moros y a judíos. Total, ¿en qué quedamos? Porque las dos cosas a la vez no pueden ser…
Lo cierto es que no hubo exterminio. En Puerto Rico hay rastros genéticos taínos e incluso también de los aborígenes canarios, así como hay muchísima genética ibérica y también aportes africanos. No vamos a negar que hubo merma poblacional y que, de hecho, las enfermedades ayudaron más que las guerras. Pero los españoles no llevaron a cabo un plan genocida porque, sencillamente, tampoco es que les interesara, y poco después de los abusos, la Monarquía promulgó leyes que beneficiaban a los indios, manteniéndose durante 300 años en el corpus legal indiano.
Asimismo, los taínos no constituían una sociedad paradisíaca, sino que tenían conflictos entre ellos y a su vez, también tenían que enfrentase contra constantes invasiones caribes. Sobre el tema, véase este vídeo:
Sea como fuere, lo taíno no excluye lo español y lo viceversa. Puerto Rico es un conjunto genético y cultural formidable cuyo vínculo con España es innegable. No existen países de razas puras, no es que seamos “más mezclados que nadie”; alemanes, ingleses, etc., también tienen sus mezclas.
La negación de ciertos puertorriqueños no es sino la prolongación de la leyenda negra como arma política moderna. A Estados Unidos le interesa esta mentalidad. O más bien le interesó, porque incluido su territorio continental, por más que desde las altas esferas hayan querido tapar su pasado hispánico, hoy reluce más que nunca y especialmente a través del idioma.
Por todo ello, Puerto Rico puede y debe caminar hacia el reunificacionismo.
Le recomendamos al respecto el vídeo de nuestro amigo Samuel Rosario Resto, de Puerto Rico-Provincia de Ultramar: