La Asamblea General rechaza las enmiendas de EE.UU. pero no por unanimidad

Aunque 189 países votaron como todos los años a favor de la resolución de Cuba, 65 países se abstuvieron a la hora de votar las enmiendas propuestas por EE.UU., lo que rompe la unanimidad que hasta ahora había conseguido el régimen de La Habana.
La representante norteamericana sostuvo que con esa votación «se ha vuelto a traicionar el espíritu de las Naciones Unidas». Los países que se abstuvieron, justificaron sus posiciones, asegurando que las enmiendas desvirtuaban el texto original, alineándose de este modo con la declaración oficial de la delegación cubana. Dando a entender, no obstante, que se abstenían porque tampoco podían aceptar las violaciones de los derechos humanos.
Varios Estados miembros, entre ellos los de la Unión Europea (UE), Canadá, Argentina, Colombia y Brasil, se abstuvieron en las enmiendas estadounidenses y luego apoyaron la resolución de Cuba, tal y como habían hecho en los últimos años.
Tanto la UE como Canadá subrayaron que no se estaban pronunciando sobre el fondo de los problemas de libertades denunciados por EE.UU., sino que consideraban que esta resolución no era el lugar adecuado para abordarlos.
Estados Unidos deberá lógicamente presentar una resolución diferente sobre el tema de los derechos humanos en Cuba, teniendo en cuenta el éxito relativo de su gestión este año, donde las 65 abstenciones obtenidas en tan poco tiempo (apenas 4 días) tras la maniobra política de la semana pasada, auguran una futura condena a la a La Habana por la violación de los derechos humanos. No de toda la Asamblea, claro, pero sí de al menos la mitad de sus miembros.
La delegación del régimen, estratégicamente situada a la salida de uno de los pasillos de la Asamblea General saluda en este momento a todos los países que la apoyaron este año, mientras que los delegados abstencionistas se escapan por los pasillos adyacentes sin redir la pleitesía habitual.

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