Si bien hemos hablado (y ensalzado) de los conquistadores negros, traemos a la palestra la figura de un personaje importantísimo que, aun naciendo esclavo, llegó a ser catedrático y gran maestro de latín, entre otros. En la España del Antiguo Régimen, oigan. Que esto de los negros libres no eran casos aislados, ni en la Península ni en las Indias, reiteramos. Que hay que profundizar más, mal que le pese a indigenistas hispanófobos y eurocentristas, que a la hora de la verdad coinciden más que discrepan.
Como se dice en «El País»: “Incluso Cervantes alabó su manejo del latín”, interpreta la investigadora, que destaca entre las obras literarias de Latino un poema a la batalla de Lepanto, llamado La Austriada, en honor a Juan de Austria. Cervantes lo menciona en el prólogo de El Quijote como pleno conocedor de las letras; y Lope de Vega lo dejó plasmado en sus escritos otorgando dignidad a la negritud hasta reconocer que él quería ser el “Juan Latino blanco” del duque de Sessa. Consiguió pues dignificar a los negros en su época. “Es fundamental aprender del pasado, se consiguieron avances que se deberían de perpetuar”, apunta Martín. «
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