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José Gabriel Barrenechea: "Preferiría emocionalmente ver a Cuba integrada dentro de una República Española"

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Del autor

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José Gabriel Barrenechea, periodista y escritor independiente -que trabaja y vive en Cuba- ha respondido amablemente a las preguntas de ‘Españoles de Cuba’. Por su importancia, hemos querido reproducir la entrevista en su integralidad sin acotarla ni reducirla.

Barrenechea se juega la vida todos los días en su pueblo natal defendiendo su derecho a informar en libertad. Colabora en numerosos portales de tema cubano y recientemente las Ediciones Neoclub han publicado su último libro Tubular Bells y otros relatos, disponible en Amazon.

1. Usted tiene una larga carrera como periodista y opositor independiente ¿Cómo viven los opositores en Cuba ahora mismo? ¿Hay alguna diferencia entre los opositores de la capital y del interior de la isla?

Peor que el cubano típico, que no se atreve a desafiar al régimen y a su temida policía política. Y consideremos que este ya vive muy mal. En general en Cuba se sobrevive en un medio en que falta casi todo, y lo poco que hay está en manos del Estado. Desafiar a ese Estado es por tanto un claro boleto a morirte de hambre. Si no fuera por las redes familiares, que siguen siendo bastante fuertes en Cuba, y por los trabajos que de cuando en cuando logro publicar en alguno de los medios con fondos para pagar, hace ya mucho yo debería haber colgado los guantes. En este sentido me atrevo a decirte que en mi caso son mis familiares, y sobre todo mi compañera Grettel, los verdaderos héroes de mi historia.

En cuanto a las diferencias entre el disidente habanero y el “de provincias”, son obvias. En La Habana hay embajadas y corresponsales, por lo que la represión se mide un poco más. No en balde a mí siempre me han detenido en municipios, sobre todo cuando iba asistir a algún evento en la Capital, porque al no tenerse la posibilidad de comprobar esa detención en concreto, quienes la informan se muestran más remisos a darle crédito. Esto también distorsiona un tanto la contribución del disidente en cuestión, y dificulta una verdadera jerarquización de las propuestas disidentes, y de quienes la hacemos: en La Habana cualquier friegatuercas es muy conocido, mientras que un José Daniel Ferrer tuvo que pasarse 8 años en prisión para lograr una atención mediática semejante. Mas la principal diferencia está en la dificultad para acceder a nuestros vecinos. Fuera de la Capital el ciudadano tiene más miedo, a la vez que está más sometido al monopolio informativo del régimen. Esto lo hace más refractario a nuestras propuestas. Ten en cuenta que en un pueblito como el mío, donde solo yo disiento abiertamente, de 10 mil habitantes, habitan a su vez media docena de oficiales de la Seguridad del Estado y varios centenares de “auxiliares” con carnet.

2. ¿Cuál es la situación política de la isla en estos momentos cara a los cambios institucionales y las decisiones de la administración norteamericana?

La Isla está en una transición  exitosa. Solo que no en la transición que desearíamos. A Raúl Castro lo ha sucedido un representante de una generación posterior, cooptado por él, que a pesar de lo que muchos desean creer no es un Gorbachov. Díaz-Canel, y esto es necesario entenderlo, es un representante de lo más retrógrado de la clase política de su generación. Alguien que no es que se vea obligado a mostrarse un déspota ante Raúl y la clase de los “históricos”, sino que es el mismo un individuo con aspiraciones al poder absoluto, a lo Fidel, y que por demás está convencido de que ese es el único modo factible de gobernar en Cuba. Pero alguien que por demás, dentro de los estrechos límites que le permite su situación todavía precaria, muestra cierta habilidad para los rejuegos políticos al modo del difunto Comandante. Para aparentarse el tipo comprensivo, abierto, que desgraciadamente está rodeado de funcionarios cuya mentalidad no ha avanzado. Con ese cuento se ha demostrado capaz de dormir a más de uno.

En Cuba es tan poco probable que los cambios vengan de abajo, como de que usted se encuentre allá en España con un cisne negro. Lo más probable es que estos vengan de arriba. Sobre todo del hecho de que el nuevo Mandante es percibido por sus contemporáneos, sobre todo por quienes se encontraban hace 10, 5 años a su mismo nivel de jerarquía, o incluso mayor, como un igual, no ya como un fundador, cual percibían a Fidel o Raúl. En Cuba hay hoy tendencias dentro de la clase gobernante a una feudalización del poder, que pueden ganar fuerza o no en dependencia de su contexto internacional, y que podrían conducir a que la cúpula se raje. Todo depende de la eficiencia de Díaz-Canel en hacerse con el poder absoluto, en lo que muestra no ser muy malo, y de que desde fuera se favorezca o no el enquistamiento de esa clase política. Para que me entiendas: políticas como las que hoy se estimulan desde la Casa Blanca, y sobre todo desde cierto sector emigrado, no hacen más que facilitarle el trabajo a Díaz-Canel. Porque mientras seguimos soñando con una revuelta popular, en un país de viejos y en que los escasos jóvenes prefieren poner agua de por medio, lo que hacemos es desestimular las tendencias a la feudalización dentro del cuadro administrativo. Para en su lugar obligarlos a dejar a un lado sus ansias de poder para unirse a la falange apretada de una clase política que se sabe en peligro por los acosos externos. No nos engañemos, en Cuba solo se lograra algo echando abajo todas las restricciones externas, haciendo que Cuba se abra al Mundo. Entonces habrá que tratar con una clase política postcastrista, y con muchos sectores que salgan de esa feudalización, y transar con ellos. Porque lo de esperar que el pueblo se rebele, y que llame a los emigrados al poder como sus salvadores, que es en realidad lo que esperan los intransigentes, es lo más irrealista que se pueda soñar hoy en Miami. Por favor, hagamos política; no comamos más cáscara de piña.

3. ¿Cómo ve su futuro personal a corto y mediano plazo, digamos 5 años?

Solo te puedo decir algo, yo no me voy a ir de aquí.

4. Hablemos un poco de la ‘Leyenda negra anti española’ ¿Cómo y cuándo se manifiesta en Cuba?

En Cuba nos volvimos anti-españoles durante el tiempo en que quisimos armarnos una nacionalidad distinta de la española. Eso fue por allá por los cuarenta del siglo XIX, cuando la gran mayoría de la clase directora habanera comprendió que había metido la pata al renunciar a la representación en Madrid. Porque creyó que con la excepcionalidad de las Leyes Especiales ponía a salvo a sus negros, y al negocio negrero; que España seguía siendo la misma de Fernando VII, que tan bien se portó con nosotros, y que por tanto con sus relaciones personales con la regencia resolverían lo mismo. Solo que pronto se les hizo evidente que renunciar a la representación los dejaba en manos del primer grupo de radicales anti-abolicionistas que se hicieran con el poder en Madrid, y con los cuales no tuviesen relaciones personales. Además que por no acabar de dictarse las puñeteras Leyes Especiales lo que se habían ganado era seguir bajo las facultades omnímodas de los jefes militares de la Isla, solo que unos jefes militares distintos de los del Antiguo Régimen, tan dados a respetar las costumbres regionales. Los nuevos tenían una desagradable tendencia a querer poner orden en el libertinaje habanero, que regían desde sus relaciones clientelares los patricios de esa ciudad.

Fue entonces que quisimos dárnoslas de Modernos, lo que en esencia significaba ser diferente de lo español y semejante a lo americano. Por eso aprendimos a jugar ese deporte ansiolítico, la pelota, y renunciamos a los garbanzos en favor de los frijoles negros. O por eso nos dio por pensarnos laboriosos, industriosos, como los americanos. En realidad esa tendencia al consumo a la americana tan propia del cubano, que levanta cabeza no bien el régimen levanta un poco el pie, nació de los años en que quisimos hacernos diferentes de esos españoles que vivían a la gitana, sin consumir y sin conocer los placeres del confort.

En lo personal no es que crea en la Leyenda Negra, aunque… Hubo regiones de Centro Europa en los siglos XIV, XV y XVI que constatablemente se quedaron casi sin mujeres por la generalizada caza de brujas. Eso no ocurrió en España. Ahora, si creo que la influencia alemana de los Austrias fue funesta para la Península. El retroceso espiritual de España, a grandes rasgos, es evidente tras la derrota de los Comuneros. Creo que si esa sublevación hubiera triunfado otra muy distinta hubiese sido la historia del mundo. Por ejemplo, Descartes no habría sido el iniciador de la Filosofía Moderna, sino Gómez Pereira o Francisco Sánchez…

5. ¿Qué es para vd. la Hispanidad? ¿Cómo se puede desarrollar este concepto en la teoría y en la práctica? ¿Cuáles son a su juicio los lazos que más unen a los pueblos hispánicos?

Para mí la principal diferenciación que se puede hacer entre los hombres no es tanto la dada por las costumbres o por la geografía, sino por el idioma. No soy el primero en decirlo: Es mi lengua materna mi verdadera patria. Y yo hablo español, no castellano, español. De hecho soy bastante chovinista, porque de mi poco conocimiento del inglés, la única otra lengua en que puedo comunicarme, tiendo a pensar que todas las demás son una mierda en comparación con la lengua de Cervantes. Y tengo argumentos, no obstante…

Me gusta mucho el concepto de las Españas de Julián Marías. Quisiera ver realizado algún día el concepto de una República Cervantina, porque por cierto soy morado y para mí los Austrias son principio del fin, no el comienzo de la Hispanidad. Una República en que el primer artículo sea aquel primero de la Pepa que decía que España es la nación de todos los españoles de las dos orillas del Atlántico. Pero creo que una unión política, incluso una tan laxa como la que hoy existe dentro del Mundo Inglés, es imposible por la propia naturaleza de los genes sociales que nos dejó España. Somos bastante antisociales los españoles, al menos para las relaciones impersonales.

No obstante, si las bases últimas de la Hispanidad, como creo, están en nuestra lengua común, no puedo más que sentirme profundamente optimista con la evolución lingüística de los Estados Unidos, o con la también importante introducción en el Brasil. Pienso que ese es el principal frente de batalla de los españoles de las Españas: conseguir ir ganando poco a poco que la lingua franca de la Humanidad sea la nuestra, la que heredamos de nuestros ancestros culturales, la heredera a su vez del latín y el vascongado. Conseguir conquistar cada vez mayores regiones geográficas, pero también ideales, como por ejemplo la técnica y la ciencia, la sociología, la filosofía, donde por cierto España no es una Nación menor. Por ahí va el camino, más que pretender virar al pasado y reconquistar lo perdido. Pasar a la ofensiva e ir por mucho más. Esa debe ser nuestra Cruzada en el Nuevo Milenio.

6. En Puerto Rico existen asociaciones que luchan por la reunificación de la isla con España. ¿Qué opinión tiene usted sobre esta idea? ¿Por qué dentro de Cuba nadie la defiende abiertamente?

Te confieso algo: Tengo a ratos serias dudas de que los cubanos logremos alguna vez superar nuestros grandes defectos por nosotros mismos, y que no estemos condenados a repetir una y otra vez los mismos errores. En ese sentido preferiría emocionalmente ver a Cuba integrada dentro de una República Española, porque soy radicalmente antimonárquico, que a los States. Racionalmente, sin embargo, considero que para la misma Hispanidad sería una ganancia que Cuba fuera admitida en los EE.UU., por el impulso que recibiría nuestra lengua. Claro, es eso un sueño aún más imposible que una Latinoamérica unida, porque son los propios americanos quienes no lo desean.

Te señalo el hecho de que hay grandes diferencias entre Cuba y Puerto Rico. La primera el que acá estuvimos movilizados sobre las armas desde 1848 hasta 1898 para separarnos de España; mientras que en Puerto Rico salvo un intento de sublevación los habitantes de esa isla no cuentan en su pasado histórico con el peso de una larga jornada independentista. Te recuerdo que en la Guerra del 98 pelearon tres naciones: EE.UU, España y Cuba, no Puerto Rico, que si Washington intervino fue por la guerra de los cubanos, no de los boricuas. En Cuba hay toda una tradición de luchas independentista que impide que en los imaginarios populares ocurra esa reunión, a menos de que ocurra algo que te dejo para una respuesta posterior.

En cuanto a la idea en general de una Cuba autonómica, no solo no la creo realista, sino no la comparto. Ya te digo prefiero una variación: La República Federativa Cervantina. Incluso tengo una bandera para ella: La republicana que en el cantón superior al asta llevara además el dibujo de Don Quijote y Sancho, de Pablo Picasso. El himno… pues La Malagueña de Lecuona.

7. Una Ley de nietos ‘extendida’ permitiría el acceso a la nacionalidad española a varios millones de cubanos. Desde su punto de vista ¿Qué ocurriría en Cuba si algo así se produce en los próximos meses?

Te comentaba en la respuesta anterior que consideraba irrealizable la reunión de Cuba en una sociedad política fuerte con la Madre Patria, pero que consideraba que podían darse situaciones en que esta imposibilidad comenzara a desvanecerse: Una es que un significativo por ciento de la población en Cuba recuperará la ciudadanía española. Varios millones de ciudadanos españoles en Cuba ya cambiarían las cosas, y creo que VOX debería apoyar medidas como la de la Ley de Nietos, porque si en algún lugar noto apoyo a sus posiciones entre las mujeres y hombres de la calle de este país. Quizás por la tendencia a radicalizarse a la derecha que deja un régimen de izquierdas empeñado en persistir, pero también por la afinidad con el alma española.

Déjame agregarte algo: No tengo por realizable ahora la reunión por ciertas trabas que ya he mencionado en los fundamentos ideológicos de la Cubanidad. Pero a su vez me es evidente que nadie le es más próximo a un cubano que un español. He tenido relaciones con muchos extranjeros, pero te digo que siempre noto una distancia que solo me desaparece cuando mi interlocutor es un español, de la región que sea. Tuve un muy buen amigo catalán, Ribó, que trabajó por toda Latinoamérica y que a su retiro se casó acá y vino a vivir aquí: Según él, solo aquí sentía una proximidad en lo básico, en lo profundo, lo que achacaba a que Cuba hasta hacía muy poco había formado parte de España. Recuerdo también haber leído muchas veces criterios semejantes en peninsulares de visita por esta tierra de insulares. Como aquel señor en Cubaencuentro, que decía que los cubanos le parecían unos españoles maleados por los americanos; lo que por cierto, es en el fondo también mi visión.

Una última acotación: Nos separamos de España más que nada por necesidades económicas, porque el auge del azúcar de remolacha en Europa nos convirtió en una dependencia económica de los EE.UU., y muchas de las medidas que había que tomar para asegurar ese mercado le resultaban inaceptables al Estado Español. Por tanto el camino está más que en la política en la economía. Los que aspiren a la reunión deben insistir en la Ley de Nietos, pero también en todo lo que facilite la introducción de los capitales españoles en Cuba, por encima de los americanos o los chinos. He ahí el verdadero patriotismo hispanoamericano.

8. ¿Cómo podría conseguirse la unidad de Hispanoamérica?

Te repito que no creo posible en lo inmediato una Hispanoamérica Unida. Por otra parte no lo creo necesario, porque para mí el asunto no es recuperar lo que hubo, sino convertir a nuestra lengua en la franca de la Humanidad toda. Lo cual creo factible, por cierto.

Por último quiero agradecerte la oportunidad, y reafirmarte que este español de las Españas cree que una de las formas de lograr lo mejor para Cuba, y de conseguir el dominio del español a nivel global, está en colaborar con este diario. Cada día más importante, por lo cual te reafirmo mi incondicional disposición a continuar publicando aquí. Gracias.

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