Ignacio Sánchez Mejías: De la muerte y sus ritos

«…Docta Casa latían los oficios de Ignacio Sánchez Mejías, definitivo nexo de aquel grupo de creadores. Algunos autores han discutido o minimizado el papel catalizador del torero pero no se puede soslayar el rol aglutinador y su vocación de animador de la tropa de poetas, a los que agasajó en su casa de Pinomontano en una esotérica juerga en la que no faltó cante, los disfraces de moro y hasta una excursión al manicomio de Miraflores. “Aunque el Ateneo era quien nos llevaba, en todos nosotros había el sentimiento de ser únicamente Ignacio Sánchez Mejías, gran matador de toros amigo, el que, dado su entusiasmo creciente por la literatura, nos trasladaba de las pobres orillas del Manzanares madrileño a las floridas del Guadalquivir sevillano”, declaró el propio Federico García Lorca. Dámaso Alonso incidió en esa idea. “Mi idea de generación poética a la que pertenezco va unida a esa excursión sevillana, que pudo salir bien gracias al cariño y la esplendidez de Ignacio”.

Ignacio, además, les presentó a Fernando Villalón, aristócrata, ganadero utópico, garrochista y excelente poeta y cantor de la mitología de la Baja Andalucía. Eso sí: pocos saben que Ignacio había llegado hasta aquella avanzadilla de creadores a través de sus amores con la Argentinita, una auténtica celebridad de la época, que antes había sido amante de su cuñado Joselito. El torero, casado con su hermana Lola Gómez Ortega, nunca ocultó esa relación que le llevó, sucesivamente, a trabar amistad con Lorca –y por extensión con el resto del grupo literario– además de conocer a músicos de la talla de Manuel de Falla, que con…»

-Más información en el enlace: http://elcorreoweb.es/toros/sanchez-mejias-de-la-muerte-y-sus-ritos-IE5732695

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