Hispanidad es Humanidad

Debemos estar a la altura de esa expectativa

El pueblo tendrá el derecho de cuestionar si nosotros tuvimos el propósito de construir o de destruir

 
Juan Jorge
Vivimos con la esperanza de que, con todas las batallas que nos quedan por hacer, Puerto Rico sea como un microcosmo del idealismo pro-español que está surgiendo en el nuevo mundo.
Movidos por ese llamamiento e inspirados por la importancia que nos habéis concedido, vamos a comprometernos a hacer lo posible por contribuir a la renovación de nuestros ideales y sentimientos hacia nuestra madre patria pues nadie debe, en el futuro, ser catalogado bajo el epígrafe de los pobres de la tierra.

Así quedamos los que formamos uno de los mayores imperios del mundo: Pobres, divididos y debilitados. Que nunca digan las futuras generaciones que la indiferencia, el cinismo o el egoísmo nos hicieron fallar y que no asumimos los ideales de una Hispanoamérica unida.

Este ideal que defendemos desde Puerto Rico cuenta con el respeto y la admiración de muchísima gente pro-hispana del mundo, en muchos otros países hispanos está resurgiendo este sentimiento y cada día surgen más páginas en Internet donde se hace patente que no somos tan pocos como creíamos ni que tampoco estamos solos en el sentimiento de hacer renacer al mundo hispano de las cenizas a donde lo han conducidos sus políticos.

La humanidad quiere que triunfemos. Capaces como son de observar de cerca y juzgar de lejos, aprecian nuestra contribución al nacimiento de un nuevo orden mundial. Debemos estar a la altura de esa expectativa.

El pueblo tendrá el derecho de cuestionar si nosotros tuvimos el propósito de construir o de destruir. Nos exigirá que respondamos si les traemos esperanzas para el futuro que debemos construir juntos, o si nos proponemos adentrarnos en el pantano del odio, la desesperación y la cínica añoranza de un pasado que nunca volverá. Nos desafía a que nos convirtamos en líderes y no en críticos de escritorio o voceros de un Apocalipsis que existe solo en la mente. El pueblo exige soluciones prácticas para problemas prácticos.
La trasformación también incluye la reconciliación y la creación de una nación unida en esta rica diversidad de comunidades previamente separadas por la fuerza. Hemos de superar las diferencias de todo tipo para estar a la altura los unos de los otros y construir una nueva nación unida. La formación de un entendimiento común de nuestra historia y la reconciliación de nuestro pueblo son metas que pueden ser alcanzadas sólo mediante un esfuerzo colectivo y prolongado de todo nuestro pueblo.

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