SANGRE, SOL Y ASPAS
Si se acaba la pólvora,
quedarán navajas y palos,
para que Napoleón se acuerde,
toda su vida del Dos de Mayo.
Guerra a los mamelucos,
el fuego patrio se ha expresado,
ni invasores del falso imperio,
ni traidores afrancesados.
La sangre, el sol y las aspas,
las banderas se han ondeado,
rezumando patria y libertad,
ante Dios Todopoderoso y Sacrosanto.
¡Guerra sin cuartel a Bonaparte!
¡Sea nuestra espada Santiago!
¡Contemple la Historia este hito,
que el futuro habrá de emularlo!
–Antonio Moreno Ruiz