La ayuda al desarrollo de España crece hasta el 0,33% de la Renta Nacional por la cancelación de la deuda de Cuba
El Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE, el órgano que
fiscaliza a los países donantes, ha certificado que España ha elevado su
AOD en 2016 hasta el 0,33 por ciento de su Renta Nacional Bruta, frente
al 0,12 por ciento en 2015, según el informe que ha publicado este martes.
España se convierte así, junto a Alemania, Eslovaquia, Eslovenia,
Italia, Polonia y República Checa, en uno de los 29 países miembros del
CAD en los que más creció la ayuda al desarrollo en 2016.
Del total de la ayuda condonada a Cuba, hay una parte que, en lugar de
perdonarse, se invertirá en proyectos de interés común para España y
Cuba. Se trata de 375 millones de euros cuyo destino aún está pendiente
de fijar, pero que beneficiarán directa o indirectamente a empresas
españolas a través de un programa de conversión de deuda.
El Comité hispano cubano que tiene la responsabilidad de decidir sobre
los proyectos está liderado, por parte española, por el Ministerio de
Economía y hoy por hoy el destino de este dinero no se está vinculando a
la política de cooperación al desarrollo española a pesar de que la ley
reguladora de la deuda externa de 2006 le obliga a ello.
Gracias a esta operación de cancelación de la deuda cubana, la ayuda al
desarrollo española se sitúa por vez primera en los últimos años por
encima de la media de los países del CAD, que se ha quedado en 2016 en
el 0,32 por ciento de la RNB.
El total de la ayuda al desarrollo que los 29 países del CAD
desembolsaron en 2016 supuso 142.600 millones de dólares (unos 134.000
millones de euros), lo que representa un aumento del 8,9 por ciento
respecto de los niveles de 2015.
EL DILEMA DE USAR FONDOS PARA LOS REFUGIADOS
Parte de esta subida procede de fondos destinados a asistir a los
refugiados que han alcanzado el territorio de los países donantes. No
obstante, incluso excluyendo estas partidas la ayuda al desarrollo de
los países del CAD subió en 2016 un 7,1 por ciento.
A pesar de este progreso, la OCDE alerta de que la ayuda bilateral de
los países donantes hacia las naciones más pobres cayó un 3,9 por ciento
con respecto a 2015, al igual que los fondos destinados a Africa, que
bajaron un 0,5 por ciento.
El secretario general de la OCDE, Angel Gurría, ha elogiado a los países
donantes por el dinero invertido en el desarrollo de naciones menos
avanzadas incluso durante la crisis, pero ha advertido de que resulta
«inaceptable que, una vez más, la ayuda a los países más pobres esté en
declive». «Debemos prestar más atención hacia dónde va el dinero y qué
se incluye en la ayuda al desarrollo», ha alertado.
Gurría ha pedido en reiteradas ocasiones a los países donantes que no
detraigan fondos de sus políticas de cooperación para atender a los
refugiados dentro de sus propias fronteras, a pesar de que las reglas
del CAD sí permiten computar como ayuda al desarrollo algunos gastos de
asistencia a refugiados en el primer año de su estancia en el país.
En 2016, hasta 11 países del CAD destinaron más del 10 por ciento de sus
fondos de ayuda al desarrollo a atender a los refugiados en sus propios
países. En el caso de Alemania, Austria, Grecia e Italia, los gastos en
refugiados supusieron más del 20 por ciento de su ayuda al desarrollo.
En el caso español, los gastos en refugiados dentro de las propias
fronteras nacionales apenas supusieron el 0,8 por ciento de su ayuda al
desarrollo, esto es, 32 millones de dólares (30 millones de euros) de un
total de 4.096 millones de dólares (3.860 millones de euros).
De los países del CAD, solo seis alcanzan el objetivo de destinar al
menos el 0,7 por ciento de su Renta Nacional Bruta a ayuda al
desarrollo. Se trata de Noruega (1,1%), Luxemburgo (1%), Suecia (0,94%),
Dinamarca (0,75%), Alemania y Reino Unido, que llegan respectivamente al
0,7 por ciento.
España, con el 0,33%, se sitúa al mismo nivel que Irlanda, por detrás de
Francia (0,38 por ciento), pero por delante de Canadá (0,26%).