En la Isla de Langkawi (Malasia), con el Costa Fortuna

Foto: Langkawi, Malasia.

París, 2 de enero de 2020

Querida Ofelia:

El miércoles 11 de diciembre estuvimos navegando por el Estrecho de Maacca, desde Singapur hacia Langkawi, en Malasia. Hubo innumerables actividades recreativas a bordo:  un Cocktail Vip  en el Leonardo Lounge, al cual asistimos invitados por el capitán Antonio Bramato; una gran Cena de Gala en el Ristorante Michelangelo, cuyo Menú estuvo a cargo del Executive Chef Gennaro Chiatto; un bello espectáculo en el Teatro Rex : “Glamazon”, en el que se jugó con la sensualidad de la danza y el erotismo de la música, etc.

Al amanecer del jueves 12 de diciembre, anclamos en Langkawi.

La isla de Langkawi es la más grande del archipiélago del mismo nombre, compuesto por 99 islas, y es parte del estado federado de Kedah, en Malasia. Se encuentra a lo largo de la frontera marítima con Tailandia. Langkawi no es una sola isla, sino que forma parte de un archipiélago en el mar de Andamán y en la costa oeste de la parte continental de Malasia. En realidad, hay otras cinco islas pequeñas que permanecen sumergidas y a veces se pueden ver con marea baja.

La mayoría de estas islas que conforman Langkawi son realmente pequeñas y están deshabitadas. La isla principal que se conoce como Pulau Langkawi es la más grande de todas y todo el grupo lleva el nombre de Langkawi. La mayoría de los habitantes se encuentran en la isla principal.

Después de desayunar, abandonamos el Costa Fortuna para hacer una excursión fascinante y exótica a la Isla de Pulau Tuba, a poca distancia de la principal de Langkawi, una forma de conocer y sumergirnos plenamente en la cultura y las tradiciones malayas, visitando los típicos pueblos de pescadores, escuchando música local y admirando cómo tejen las alfombras sin renunciar al relax en una de las playas más famosas de la isla, un auténtico paraíso de arena blanca y aguas cristalinas.

Dejamos el puerto a bordo de un cómodo autocar en dirección al Royal Langkawi Yacht Club, situado en el extremo suroriental de la isla de Langkawi, donde embarcamos para dirigirnos a la isla de Pulau Tuba.

Después de un breve trayecto desde el muelle de Kuah, llegamos a nuestro destino. La isla está situada a unos 5 kilómetros al suroeste de Langkawi, es principalmente montañosa y es la única que está habitada por nativos, además de la principal de Langkawi.

Comenzamos nuestro tour a bordo de un pequeño autobús para descubrir los pueblos de pescadores con las típicas casas de estilo malayo y las actividades tradicionales que se desarrollan en el lugar, como la pesca, la cría de ganado y la agricultura.

Durante el recorrido, hicimos alguna parada para conocer y sumergirnos de pleno en la cultura malaya de la isla.

La primera etapa fue la visita a una casa malaya donde vive una anciana llamada Atok, que dice tener 102 años, y donde asistimos a una demostración práctica de cómo se tejen las alfombras «Tikar mengkuang», en el idioma local.

La siguiente etapa nos llevó al interior de otra vivienda donde escuchamos canciones típicas malayas de un grupo musical local llamado «Kumpulan Seni Budaya Harapan Pulau Tuba».

Admiramos también la planta de la tuba, que ha dado nombre a la isla que se usa como insecticida biológico y veneno para los peces.

Proseguimos la excursión con la visita al pequeño mercado de artesanía donde encontramos todo tipo de tejidos y productos que podíamos comprar como souvenirs.

Tras una breve parada, regresamos al muelle y embarcamos para dirigirnos a Pasir Panjang, una auténtica playa de postal con finísima arena blanca y peces que se pueden admirar a pocos metros de la orilla. Después tuvimos tiempo para nadar o tumbarnos a tomar el sol y relajarnos a la espera del almuerzo y de la barbacoa en la playa.

Una vez terminada la parada en Pasir Panjang, subimos de nuevo a la barca, pero antes de volver al Royal Langkawi Yacht Club, nos esperaba la última etapa de nuestra excursión, la Eagle Square, es decir la Plaza del Águila, allí hicimos una parada fotográfica sin bajar de la barca para inmortalizar la gigantesca escultura de un águila que domina el paseo marítimo de Kuah. El águila es símbolo de la isla cuyo nombre, Langkawi, significa exactamente «águila de color marrón rojizo» en malayo. La imagen de la imponente escultura a la orilla del mar es particularmente evocadora.

Una vez que regresamos al Royal Langkawi Club, subimos a bordo del autocar para volver al puerto y al barco.

Asistimos a “La Fiesta Francesa” en el Grand Bar Conte di Savoia y disfrutamos de un espectáculo con tambores y bolas de caza de los gauchos, llamado “A todos nos encanta el malambo argentino” en el Teatro Rex.

Esa noche zarpamos rumbo a Phuket en Tailandia.

Un gran abrazo desde La Ciudad Luz, donde ya van 29 día de huelga de transportes y la vida no solo de los parisinos  se sigue complicando,

Félix José Hernández.

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