El Renacimiento de España visto por ojos torcidos

Algunos errores de percepción y otras consideraciones necesarias

 
Son tantas las falsas percepciones que sería imposible que con una sola columna poder aclarar todo, así que utilizaré el espacio limitado en lo que concierne a la mayoría de la gente, tanto de España como de América, porque si algunos no lo saben lo que en el 2012 comenzó con Autonomía para Puerto Rico sirvió de inspiración para que personas de Chile, Ecuador, Colombia y México entre otros hoy también manifiesten el mismo deseo de ser un mismo país entre sus respectivos países y España.
Iván Arrache Young
La falsa percepción que más se repite es ignorar que al considerar la vía política electoral la inmensa mayoría de la gente vota usando la barriga, no el cerebro. Que un revolucionario que no produce de su propio huerto, y depende del huerto del mismo sistema que él combate, es un revolucionario que NO sirve. Los partidos políticos no salen de gratis.
Otro error muy común es esperar que desde el otro lado del Atlántico el lado opuesto hará el trabajo. Ni Puerto Rico podrá hacerlo por su propia mano ni España tampoco. Un esfuerzo real y combinado será necesario y fundamental.
El tercer error más craso es creer que con una manifestación populista, inclinada hacia el patriotismo español rendirá frutos, eso quizás pueda hacer ruido inicialmente, sólo que lo mismo que atraiga a los españoles será lo que alejará a los puertorriqueños y demás hispanoamericanos.

Apelar al nacionalismo español alejará a los nacionalistas de los otros países de América.

Cuarto disparate, creer que por vía legal, que usando los Tribunales Internacionales se podría revertir o cambiar el estatus político de Puerto Rico y devolverlo a España. Señores, el Tratado de París lo firmaron en el 1898 Estados Unidos y España, hasta ahí quizás se podría pelear algo, el problema fue que Puerto Rico también lo firmó en el 1952 al aceptar la Ley 600 del Congreso que le puso apodo al estatus de subordinación política.
Y por último para terminar y no agobiar, el quinto error que se repite constantemente es que los simpatizantes quieren ser maestros de los que estamos dentro de esto. El recibir unas directrices de alguien que hasta ayer no sabía que nosotros existíamos es perturbador. No debería ser tan difícil entender que soy el único que se ha sentado a hablar con dignatarios, gobernadores, alcaldes, miembros de las Cortes y que por tanto, esa larga experiencia me capacita más que a otros para trazar el camino.  Con unión se puede, con deferencia y humildad se puede, NO pidiéndola, sino teniéndola. Que Dios los bendiga a ustedes y a la hispanidad completa.

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