El plan económico demoledor de Maduro

 
París, 20 de de mayo 2015.
Querida Ofelia:
Nuestro  querido amigo economista y abogado venezolano Rafael A. Marcano, me hizo llegar desde Caracas este interesante artículo. Te invito a difundirlo entre nuestros amigos y conocidos allá en San Cristóbal de La Habana.
“Caracas, 19 de mayo de 2015.
El mes pasado aprovechando la atención de la opinión pública a la Cumbre de Panamá en su clímax, el régimen militar de Venezuela emitió la “Providencia Nº 011…mediante la cual se establecen los requisitos, controles y trámites para la solicitud de autorización de adquisición de divisas destinadas al pago de consumos en el exterior” asestándole así un fatal golpe a la economía de los ciudadanos. Sin entrar en detalles, se trata de un recorte abrupto de la suma de Bolívares ¿Fuertes? que un ciudadano común puede cambiar por divisas (USA $ o €) para viajar al exterior. Pero eso no es todo. De inmediato y en virtud del documento de marras, la banca privada quedó excluida de la actividad, quedando solamente la banca propiedad del Estado autorizada para estos menesteres. Así, los centenares de miles de clientes de los bancos privados quedaron fuera del sistema de asignación de divisas de un solo plumazo. No es necesario ser muy clarividente para intuir que este sector social está constituido por gente de la clase media, víctima favorita de este gobierno comunista.
Cierto es que a las pocas horas, hubo una enmienda que excluyó al Banco de Venezuela (propiedad del Estado) de la aplicación de estas novísimas disposiciones; ¿por qué? se preguntarán muchos. Amigo lector; ¿cuántas tarjetas de crédito cree usted que hayan sido emitidas por esta entidad financiera a miembros de las fuerzas armadas y de sus familiares?  Pero no solo a ellos; también cuentan los empleados públicos de todos los niveles que mayoritariamente se presumen oficialistas.
Estas realidades nos conducen a avizorar un panorama muy calamitoso para el futuro que ya no es lejano sino de muy corto plazo.
A ver: la nueva restricción cuantitativa de divisas para viajes de la clase media es un indicador evidente de la escasez del signo extranjero, razón por la cual, es de esperarse desabastecimiento (aún mayor) de bienes de consumo; pero también, un incremento sustancial de la cotización de la divisa norteamericana en el mercado (paralelo) luce inevitable como también lo será el impacto en los precios de muchas mercaderías y servicios; o sea, más inflación.
Y hay más: estamos frente a una medida que restringe el Derecho Constitucional de trasladarse a un sector importante de ciudadanos sin mucho chance de restituirlo vía recursos ante el Poder Judicial por la falta de separación de las Ramas del Poder Público, de lo que tanto se ha dicho y se seguirá diciendo en todos los ámbitos de este Hemisferio.
También hay un primer gesto no disimulado de discriminación entre quienes han sido favorecidos con tarjetas de crédito emitidas por la banca pública y entre los tarjetahabientes del sector privado.
Por otro lado, esta medida pudiera ser un primer paso hacia la estatización de la banca, lo cual constituye un caro anhelo de los comunistas de ayer y de hoy, de allá y de acá puesto que así se facilita grandemente el control de la sociedad a través de los estómagos de sus miembros.
Si extrapolamos un poco, también pudiéramos vislumbrar el disparate de decretar la inconvertibilidad de nuestro signo monetario con la intención de frenar el contango del mercado cambiario y la fuga de divisas.
Hasta ahora hemos tenido una de las inflaciones más altas del Orbe (algo menor que el 70% en 2014), caída del PIB (aproximadamente -4% en ese mismo año) y todo ello con el petróleo a 100 USA$/Barril.
Para el 2015, con la destrucción de la infraestructura por irracionales motivos ideológicos y con el añadido de un petróleo valorado a la mitad, nos espera una inflación de 3 dígitos (más del 100% anual) debido a la recking ball de la emisión de dinero inorgánico (falso) en cantidades abrumadoras e inabsorbibles por el circuito económico; una caída del PIB que un ente tan confiable como el FMI estimó a principios de este año en menos 7% (realmente una catástrofe) pero que otras fuentes reestiman en cerca del -10% que solamente es comparable a los efectos deletéreos de una conflagración de magnitudes muy significativas. Por ejemplo, según una fuente consultada, el PIB del Tercer Reich (Alemania) entre 1944 y 1945 cayó en 32 puntos porcentuales, el de la desaparecida URSS se redujo en 27 y el de USA lo hizo en 8 puntos durante el mismo lapso. En la historia de la economía moderna es difícil encontrar depresiones de tal magnitud (dos dígitos) en tiempos de paz teniendo presente que estos comportamientos no son tan solo coyunturales sino que tienen un importante componente estructural que los hacen difíciles de superar.
Como campanazo de alerta máxima, el importante diario caraqueño 2001 titula así:
Maduro prepara plan económico “demoledor”.
Pensamos que este plan incluirá varias y eficientes recking balls manejadas por sus asesores en la “guerra económica” que el gobierno militar le ha declarado a la sociedad civil contribuyente y pacífica.
¿Qué quedará de lo que un día fue la República de Venezuela? Pronto lo sabremos porque cuando la humanidad celebre el 1º de enero de 2016, los venezolanos estaremos llegando al año nuevo 1984 magistralmente descrito por George Orwell. Mejor sería un escenario como el de su “Animal Farm” pero éste no parece contar con terreno fértil. ¡MAYDAY!”  Rafael O. Marcano A.
Un abrazo desde La Ciudad Luz con gran cariño y simpatía,
Félix José Hernández.

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