El Mejicano Gerardo Fernández Noroña

Es un primer espada justiciero; Puede que sea el nuevo Che Guevara de unos años muertos en los que los sucios dólares de los norteamericanos de Usa, hayan encontrado sin dificultad alguna los sucios y viles bolsillos de muchos políticos tanto de la América que habla español, como de aquella otra que habla cualquier lengua de las muchas que afortunadamente quedan por allí.

Ver al culto y efectivo político mejicano en la acción y el ejerció de su responsabilidad parlamentaria, es como ver brotar en un paraje poco sobado por el hombre un caño de agua fresca y pura, que le hace a uno pensar y sentir que todo, absolutamente todo, todavía no está perdido.

España, en su vivir de espaldas a la América que piensa y se expresa en español, mientras en el mismo acto tiene que estar con el papel higiénico en la mano para atender las necesidades de deposición de Europa, al vigilo y ordeno del Vaticano y sus socios los Usa, está más que claro que a ella lo que le interesa es aquello que primero le indiquen sus aliados espirituales y los otros, los que al dicho imbécil de nuestros sucesivos gobiernos, nos dan de comer porque son nuestros mejores aliados y a la par amigos.

El mejicano Noroña, un hombre integro de los que hacen centuria y marcan siglos, está desconocido para la mayoría de los que nos expresamos en la lengua del Inca Mestizo Austral Garcilaso de la Vega, porque ni juega al futbol, ni bota ningún tipo de pelota, y solo pretende redimir un país, Méjico, y lo va logrando poco a poco, que estaba infectado a tope de dólares y euros oscurecidos por los campanarios y demás signos religiosos de una época de gomina y ropa interior cagada.

Ahora mismo, al paso que va Méjico: un paso que da envidia sana verlo desde España de corruptos, corruptelas frases hechas y políticos incompetentes impulsados por los propios incompetentes partidos, en pocos años, no más de cinco, aunque le pese mucho a la derechona católica española, europea y gringa de Usa, Méjico se va a ubicar en la decencia que le está indicando Noroña a los mejicanos. Y como en Méjico los blancos y criollos no tuvieron el acierto (en su fascistas creencias) de acabar con todo el mundo indígena, nativo de allí, en cuanto se despiojen de los caciques que han contaminado los dólares y los euros, el caminar por lo derecho y limpio será del todo imparable.

Resulta del todo muy gratificante que mientras en países como España los políticos no estén nada más que interesados en los puños de la camisa, su aspecto exterior, y lo que puedan robar para sus arcas, gentes de la valía personal e intelectual de un Gerardo Fernández Noroña se alcen valientemente contra un sistema corrupto que, como tienen el perdón del confesionario, ya se cree que está todo resuelto y perdonado y puede obrar con toda impunidad.

Dice la crónica que fue un negro enfermero perteneciente a la tropa del conquistador de claro estilo cristiano Pánfilo de Narváez el que por la segunda decena de años del siglo XVI, el que introdujo la mortal viruela en las tierras mejicanas. Seria precioso, que un mestizo de la Morena, Noroña, nos contagiara a todos los que hablamos la lengua de Garcilaso, de los principios de ética y valentía política que gira en el entorno de uno de los hombres que mejor los tiene puestos ahora mismo sumando, Cámara por Cámara, todas las muchas en las que más que locales al servicio de la gente, son salas al servicio y defensa de los intereses de los viejos prostáticos que no se cansan de almacenar riqueza y corromper gente corrupta que la hay en cantidad de asombro.

La nueva revolución está en Méjico, y cabalga otra vez, sin levita, un culto y honesto soldado de caballería, al que estamos admirando desde España.

Salud y Felicidad. Juan Eladio Palmis.

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