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El legado de Carmen Sánchez al Museo del Prado

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Ilustración: Alegoría de la Templanza. 1513 – 1516. Óleo sobre tabla, 69,7 x 52,6 cm. 

Madrid, 24 de marzo de 2021.

Querida Ofelia:

Esta exposición quiere servir de homenaje a la generosidad de Carmen Sánchez García (1929-2016). Carmen se dedicó profesionalmente a la docencia y perteneció a la Fundación Amigos Museo del Prado desde 2003, participando desde entonces en muchas de sus actividades. Su legado la convierte en una de las mecenas más destacadas en la historia del Museo y se ha destinado, conforme al deseo expresado en su testamento, a la adquisición de pinturas.

El legado ha permitido incorporar nuevos artistas a las colecciones y cubrir así algunas de las lagunas históricas del Museo. Sobresale la Alegoría de la Templanza de Alonso Berruguete, obra del periodo italiano de su autor, uno de los artistas españoles de mayor prestigio internacional, con cuyo ingreso el Prado cumple un viejo anhelo. Destacan también San Francisco arrodillado en meditación de Mariana de la Cueva y la Virgen del Carmen imponiendo el escapulario a san Simón Stock de Gabriel Antonio Corvoysier. Estas dos últimas obras son las primeras que se han identificado de sus respectivos autores, lo que tiene un especial significado para la historia de la pintura española. Mariana de la Cueva fue elogiada por los principales biógrafos de artistas, pero desconocíamos su actividad pictórica. Esto mismo sucede también con otras mujeres del Siglo de Oro, lo que dota de mayor interés a esta obra, por cuanto supone un avance en el conocimiento de la labor artística de las mujeres durante este periodo, y más concretamente en la segunda mitad del siglo XVII. Por su parte, el descubrimiento del lienzo de Corvoysier permite avanzar en el estudio de la pintura madrileña de finales del siglo XVII. Destaca también Mujer en el baño (¿Diana de Poitiers?), ya que apenas se conservan obras de François Clouet o de su taller en nuestro país. Por último, La boloñesa (La boulonnaise) de María Blanchard es la primera obra que ingresa de esta artista, la pintora española más importante anterior a Picasso.

El legado también ha permitido enriquecer la presencia de otros pintores ya representados en el Museo con nuevos cuadros, en su mayoría inéditos. El Retrato de caballero de Adriaen Thomasz. Key, y sobre todo el portentoso Autorretrato de Pedro de Campaña, constituyen una notable aportación para las colecciones del siglo XVI. La Estigmatización de san Francisco de José del Castillo es una de las pocas obras religiosas de su autor y permite estudiar mejor la influencia de Antón Rafael Mengs en la escuela madrileña del siglo XVIII.

En la pintura de historia se han incorporado diferentes obras, todas ellas de gran interés. Los Comuneros Padilla, Bravo y Maldonado en el patíbulo, de Antonio Gisbert, es réplica de la conservada en el Congreso de los Diputados, que ha sido considerada una de las principales pinturas del género en todo el siglo XIX. Eduardo Rosales es el artista más beneficiado por este legado: Doña Blanca de Navarra entregada al captal de Buch y la Reina doña Juana en los adarves del castillo de la Mota se encuentran entre las más destacadas del artista que aún permanecían en colección particular; Sala de Constantino en el Vaticano (estudio) se suma a los trabajos y bocetos preparatorios relacionados con los fondos del Museo.

Tienen gran interés Giuseppe Maria Ferdinando Dal Pozzo, que puede contarse entre las mejores obras conocidas de José Aparicio, y la Sagrada Familia del roble de Luis Eusebi, figura capital en la ¡historia primera del museo, del que fue su primer conserje y a quien debemos su primer catálogo. Esta es una de las primeras copias conocidas de un cuadro del Prado tras su inauguración en 1819.

Finalmente, la pintura de paisaje del siglo XIX se enriquece con Paisaje napolitano, que condensa muchas de las búsquedas que ocuparon a Mariano Fortuny durante su estancia estival en Portici, Nápoles.

Todas las obras han pasado por los Talleres de Restauración del Museo Nacional del Prado dentro del programa patrocinado por la Fundación Iberdrola España como miembro Protector del mismo.

Para cumplir con el deseo manifestado por Carmen Sánchez en su testamento, el Museo Nacional del Prado ha hecho uso de distintos modos de adquisición. Algunas obras han sido localizadas en el mercado, tanto en España como en el extranjero y otras adquiridas directamente a particulares. En otros casos, el Museo ha ejercido su derecho de adquisición preferente reconocido en la Ley de Patrimonio Histórico Español.

El total del Legado Carmen Sánchez ascendía a 758.646,18 €. Para completar el importe total de las adquisiciones (779.177,10 €), el Museo Nacional del Prado ha aportado con fondos propios 20.530,92 €.

Procedimiento para la adquisición de obras de arte

El proceso de adquisiciones en el Museo Nacional del Prado se inicia con el informe del conservador responsable de la colección, en el que se analiza la pertinencia de la adquisición, de conformidad con la política de adquisiciones del museo. Sólo si este informe es favorable, a través del Director del Museo, se eleva la propuesta a la Comisión Permanente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado, quién autorizará su adquisición, de conformidad con lo establecido en la Ley reguladora del Museo Nacional del Prado y en su Estatuto.

Para poder hacer efectiva la adquisición, la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español, órgano colegiado adscrito al Ministerio de Cultura y Deporte, formado por representantes designados por el Ministerio de Cultura y Deporte y por el Ministerio de Hacienda, una vez analizada la documentación y los informes correspondientes, debe valorar si el precio es adecuado.

La adquisición requiere además la tramitación del correspondiente contrato, sometido a la Ley de Contratos del Sector Público, lo que exige garantías adicionales como que el vendedor se encuentre al corriente del cumplimento de sus obligaciones tributarias, y que acredite documentalmente la propiedad de la obra.

Las obras del legado Carmen Sánchez han sido adquiridas en España y en el extranjero mediante compra a directa a propietarios, a anticuarios y en subasta.

Carmen Sánchez nació en el seno de una familia burguesa madrileña, oriunda de Béjar (Salamanca). Su padre, Ruperto Sánchez Arcas (1902- 1976) ejerció su actividad profesional en Madrid, donde se doctoró en 1932, especializándose desde entonces en la obstetricia, campo en el que ocupó un lugar muy destacado hasta su muerte. Ruperto era hermano de Manuel Sánchez Arcas (1897-1970), destacado representante de la arquitectura racionalista: a él se deben, entre otros edificios, el Hospital Clínico San Carlos de Ciudad Universitaria (Madrid, 1928); además participó en la salvaguarda del patrimonio monumental de Madrid durante la Guerra Civil.

Carmen, tras formarse en la Universidad de Madrid, entre 1951 y 1955, y realizar varias estancias en el extranjero, decidió dedicarse a la docencia. Estuvo vinculada casi desde el comienzo de su trayectoria profesional al Colegio Nervión, ubicado en la calle del mismo nombre, en el barrio de El Viso, que contribuyó a fundar en 1973 y que acabó por convertirse en un referente en la educación privada en Madrid, ejemplo de modernización de la educación en el período de la transición a la democracia, siendo uno de los centros docentes de formación laica pioneros en el panorama nacional. De él sería directora durante varias décadas, y en él trabajaría como maestra hasta jubilarse con setenta años, en 1999.

Carmen comenzó a vincularse a las actividades del Museo Nacional del Prado a partir de 1997, y se unió a la Fundación Amigos del Museo del Prado en 2003. Las programaciones de la Fundación se convirtieron para Carmen en una de las mayores satisfacciones de esos años, en los que, ajena ya a las preocupaciones y obligaciones laborales, podía disfrutar de manera más continuada y amena de su gran pasión. Gracias a su participación ininterrumpida en estas actividades, debió madurar su idea de hacer beneficiario de su herencia al Museo, como plasmó finalmente en su testamento.

El legado de Carmen Sánchez. La última lección.

Museo Nacional del Prado. 

Madrid 23/03/2021 – 24/10/2021.

Comisario: Pedro J. Martínez Plaza, Área de Conservación de Pintura del Siglo XIX del Museo del Prado.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

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