-Publicamos un artículo de Juan Jorge:
El Indigenismo es aquel que piensa que los indígenas tienen unos derechos por ser originarios de un lugar. Esto esconde un racismo más o menos larvado por un motivo evidente: hoy día los descendientes de españoles llevan ya múltiples generaciones habiendo nacido en América y mezclándose con la población que encontraron al llegar. ¿Cuántas generaciones tienen que pasar para que uno sea declarado «indígena»? Si lo que hace indígena no es el lugar de nacimiento, ¿qué es? Pues la raza.
Algunos indigenistas niegan este punto y afirman que no es la raza, sino la cultura de un pueblo. Pero esto es falso, pues si observamos detenidamente, la mayoría ve como una pérdida el contacto con las culturas que ellos llaman coloniales. Si alguien cuyos ascendentes eran aztecas ahora habla español y es católico, ¿qué lo diferencia de un mexicano cuyo bisabuelo fuera español y que habla español y también es católico? Sólo si pensamos que la cultura va ligada a la raza podemos mantener que ese descendiente de aztecas «ha perdido su cultura» al nacer. Pero de hecho, no la tenía. Nadie «nace con cultura», pues toda cultura es impuesta. Esto no es ni bueno ni malo. Simplemente es así.
Por tanto, detrás de la defensa de culturas perdidas se esconde la vinculación peligrosa y reaccionaria de la cultura con la raza pues se piensa que la pérdida de ciertos rasgos culturales va en detrimento de un «pueblo» que hay que conservar. Pese a que muchos pasan por críticos del colonialismo occidental, resulta que se han tragado el mito del «Espíritu del Pueblo» germánico.