El adoctrinamiento político de los niños en Cuba

Foto: Pioneros por el comunismo: ¡Seremos como el Ché!

París, 4 de junio de 2020.

Querida Ofelia :

Creo que debe de ser importante informar al mundo de cómo aprenden a leer y escribir los cubanitos. Como los padres cubanos no pueden escoger el tipo de educación que desean para sus hijos. Como la politización de la enseñanza llega a niveles elevadísimos en Cuba.

Al Sr. Castro Ruz y a su régimen hay que denunciarlos ante todo el mundo democrático, en lo que se refiere a la niñez, mostrando el libro “A Leer”, libro que escandalizaría a cualquier padre del mundo democrático.

Sería una buena lectura para los padres venezolanos, así comprenderían algo del “mar de felicidad” en el que según el Sr.Chávez navega Cuba.

Si me lo permiten, como fui once años maestro en La Habana, les puedo escribir algunos comentarios:

En la primera página, se nos señala que “Todos los materiales de este libro han sido revisados y aprobados por la Subdirección de Español del Centro de Desarrollo Educativo del Ministerio de Educación”.

Para aprender la letra “e” se coloca una estrella que lógicamente es roja (pág.20), más adelante una familia realiza trabajo voluntario y así el niño aprende a leer: ¡Mamá! ¡Papá! y ¡Pepe! (Pág.26)

Para la “y” se utilizan los símbolos de la patria, la bandera “y” el escudo nacional dibujados (Pág.33)

Las primeras frases completas que el niño lee son: ¡La Plaza!, ¡El Pueblo! Aplausos y más aplausos. Vemos y oímos a… (aquí aparece un dibujo representando el busto de Fidel Castro) ¡Viva el Socialismo!

Todo esto acompañado de una ilustración de la Plaza de la Revolución llena de pueblo y de banderas rojas. (pág.47)

La “F”de fusil, “En manos buenas, un fusil es bueno” (pág.50). Acompañado de una ilustración de un grupo de soldados cubanos que desfilan con las bayonetas caladas y con tanques de guerra en la Plaza de la Revolución (pág.51).

En la página 52 un juego de palabras: “vimos, fuimos” y “feliz, felices” con un desfile de milicianos en la ilustración, acompañado de un texto que dice : “ el niño fue muy feliz al ver a sus padres milicianos desfilar”.

Para aprender la “p”, un “puño” en alto delante de una bandera roja, un niño pionero con una “pañoleta roja” y un verso: “De niño pionero, mañana obrero” (pág.65)

Todo esto va trazando las pautas de la vida “normal” de un cubanito, él debe ser pionero, sus padres milicianos, con ellos realizará el trabajo voluntario, etc.

A partir de la página 66 no aparece un sólo niño que no esté uniformado de pionero, nuevas ilustraciones lo muestran con los instructores y las banderas rojas. Muchos textos hacen alusión a esto: “El niño y la niña son dos buenos pioneros…” (Pág.66)

Una doble página (68-69), muestra el mítico yate Granma en medio de una tormenta en un mar enfurecido, acercándose a las costas de Cuba para “liberarla”. En la página 74 se ven a los expedicionarios con Fidel Castro a la cabeza, desembarcar en un manglar en condiciones difíciles.

En la página siguiente el niño aprenderá el texto: “el yate famoso”, “en él vinieron”: (aquí se ven los dibujos representando a Fidel Castro, el Dr. Ernesto Guevara, Camilo Cienfuegos, Raúl Castro y Juan Almeida, sin los nombres escritos, así el niño aprenderá a identificarlos) “y otros valientes a darle la libertad a nuestra patria. Ya somos libres. Todos podemos ir a la playa y pasear en yate”.

Un juego de palabras: “verdes – verdad”, hace alusión al color verde del uniforme de Castro y de sus secuaces.

La última frase del texto pudiera catalogarse de surrealista, ya que se sabe que actualmente las mejores playas y los pocos yates con que cuenta el país, están sólo a disposición de los altos funcionarios del Estado y de los turistas que pagan con dólares.

“Cuba, territorio libre de América” (página 82) y “¡Cuba sí, yanquis no!”(Pág.84) con una lustración de un tanque de guerra para aprender la letra “q” de “tanque”, inician a los cubanitos a los lemas de la revolución triunfante y al “antiimperialismo yanqui”.

A partir de las páginas 90-91 comienzan las ilustraciones de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra, “g” de “guerrillero” y de “gorra” (lógicamente, de color verde oliva).

En la página 92 encontramos “ganamos la batalla” y en la 93 un texto que trata de la admiración de un niño hacia una gorra verde, regalo de un miliciano que luchó en la Sierra . Aquí es necesario aclarar a los niños que lucharon contra los “bandidos contrarrevolucionarios”. Esto último no está escrito en el libro, pero el maestro lo tiene en las indicaciones metodológicas que bajan de las instancias superiores.

“El guerrillero es valiente”, “guerrero”, “guerra”, con ilustraciones apropiadas para aprender “gu”.

Ya aquí la revolución triunfó, se ha explicado desde el desembarco del yate Granma, la guerrilla de la Sierra Maestra en los años cincuenta, hasta la lucha contra los “bandidos” contrarrevolucionarios en los años sesenta, pero a partir de ahora hay que admirar a los que parten a “liberar a otros pueblos”, así encontramos un poema dedicado al Dr. Guevara de la Serna en las páginas 119-120, ilustrado con un dibujo que representa al famoso guerrillero y además con las montañas, fusil, boina y mochila de éste.

Se indica que es un “coro cantado” y merece ser reproducido integralmente:

Yo quisiera ser como él:

yo quisiera ser,

yo quisiera ser,

como él, como él,

Yo podría ser,

yo podría ser,

como él, como él.

Yo tendré que ser,

yo tendré que ser,

como él, como él,

¿Cómo quién?

¿Cómo quién?

Como el Che.

Como el Che.

Como el Che.

Este poema, al igual que muchos otros que abundan en todos los libros de la escuela primaria cubana, dedicados a la gloria de los héroes vivos o muertos de la revolución, fue escrito por la Sra. María Álvarez Ríos, verdadera “educadora” revolucionaria.

El último texto del libro habla de José Martí (p.141), acompañado por un dibujo donde Martí está rodeado por niños con trajes típicos de países de la América Latina. El texto invita a seguir el ejemplo de “sacrificio y heroísmo” del que “consagró su vida a la libertad de la patria y por ella murió” y a “luchar como él por la patria mayor: por nuestra América”. O sea que se trata de convencer al niño de que siguiendo los ejemplos de Guevara y Martí, su “futuro glorioso” es el de ¡Liberar a América Latina!

Recordemos que el Sr. Castro siempre ha dicho que José Martí es el autor intelectual de su revolución.

Además todos los niños cubanos cada mañana antes de comenzar las clases deben jurar con la mano en la frente, exclamando a coro: ¡Pioneros por el comunismo, seremos como el Che!

¡De esta forma aprenden a leer y a escribir los cubanitos y cubanitas!

Félix José Hernández.

Nota bene: Esta crónica aparece en mi libro «Memorias de Exilio». 370 páginas. Les Éditions du Net, 2019.  ISBN: 978-2-312-06902-9

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