EE.UU. a por el cobalto de Cuba

Estados Unidos aún no es un importante fabricante de baterías de iones de litio, pero está a punto de serlo. La primera gigafábrica de Tesla está incrementando la producción de dispositivos de almacenamiento de energía para aplicaciones móviles (vehículos eléctricos) y aplicaciones estacionarias (almacenamiento de red y baterías domésticas). Se espera que se convierta en una de las instalaciones más grandes del mundo en producción de baterías, con una capacidad inicial declarada de producción de células de 35 gigavatios/horas y 15 gigavatios/hora de capacidad adicional de ensamblaje. Eso fue aproximadamente igual a la capacidad total de producción global hace unos pocos años.
La inseguridad estadounidense de cobalto puede comenzar a mostrar su fea cabeza a los accionistas de Tesla a partir de este año. Si bien la empresa declara que cuenta con acuerdos adecuados de suministro de materiales, los datos de importación de 2017 no muestran un aumento en las compras nacionales de cobalto en comparación con años anteriores (en realidad hay un pequeño decrecimiento). Eso podría deberse a la falta de notificación, aunque las bien conocidas luchas por el aumento de la producción en la Gigafábrica 1 el año pasado probablemente hayan desempeñado un papel. A medida que la producción aumente en 2018, el consumo de la compañía debería aparecer en los datos de importación, en especial debido al enorme tamaño de la instalación. Teniendo en cuenta los actuales precios de venta, eso podría ser un desafío en el futuro.
Combinen la mediocre producción nacional, el aumento de la producción en la primera instalación de fabricación de baterías de iones de litio de Tesla, y los planes futuros de producción de otros importantes fabricantes de automóviles, y se hace evidente que Estados Unidos necesita toda la ayuda que pueda obtener cuando se trata de obtener suministros de cobalto. Entra a jugar Cuba.
La pequeña nación insular produjo 4 200 TM de cobalto en 2017 y tiene reservas de 500 000 TM –ambas cifras mucho mayores que las de Estados Unidos. De hecho, Cuba posee la tercera mayor reserva mundial de cobalto en el mundo y ocupa el sexto lugar en producción. Esa falta de coincidencia en las clasificaciones presenta una oportunidad potencial para el Tío Sam.
Lo que le falta a la posición geopolítica de Estados Unidos en cuanto a las reservas nacionales de cobalto lo compensa con su proximidad a Cuba. Al menos en potencia. El país caribeño aún no se ha acercado a su potencial completo en la producción de cobalto porque adolece de una falta de inversión. El cobalto se obtiene como subproducto de la producción de níquel, y las instalaciones de fabricación y procesamiento de níquel de la nación ya han pasado su mejor momento (y no soportan muy bien los huracanes).
En otras palabras, algunas sociedades con empresas estadounidenses de abundante dinero podrían crear una situación gananciosa para todos en la que Cuba recibe una inversión muy necesaria, y Estados Unidos recibe una fuente de cobalto significativamente más segura (y ética). Lamentablemente, la postura actual de la política exterior del país ha restringido las relaciones comerciales con Cuba. Continuar en el curso actual sería una gran oportunidad perdida. Las principales empresas estadounidenses, como Apple y Tesla, deberían abogar por un acercamiento –con el cobalto y la posibilidad de construir la economía del futuro como argumento central. De lo contrario, continuarán enfrentando enormes riesgos de la cadena de suministro que los inversionistas están pasando por alto.
Nota: Maxx Chatsko ha colaborado con The Motley Fool.com desde 2013. Obtuvo una licenciatura de Ciencias en Ingeniera de Bioprocesos en la Universidad Estatal de Nueva York (2012) y una maestría en Ciencia e Ingeniería de Materiales en la Universidad Carnegie Mellon (2016).
 
(Tomado de The Motley Fool)

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