Díaz-Canel, vicepresidente de Cuba: "España, nuestra enemiga"

En una intervención destinada a los militantes de partido comunista, ‘filtrada’, que circula en la redes sociales y que ha causado bastante revuelo entre cubanólogos diversos y variados, el futuro presidente de Cuba repasa las amenazas y desafíos de la isla. Además de amenazar con el cierre de algunas páginas alternativas -previamente autorizadas mientras duró la luna de miel con Obama-, y emprenderla contra la poca oposición pacífica que queda en Cuba, el vice hizo pública la lista de las sedes diplomáticas a las que el régimen considera enemigas, y entre ellas figura España a la que acusa de financiar la subversión contra la Revolución.
https://youtu.be/KxeYH-e3o3Q
La verdad es que no sabemos qué mosca le ha picado al heredero a dedo designado, porque si hay una sede diplomática más servil y arrastrada, esa es la Embajada de España en Cuba; cuyos embajadores, cónsules y otros funcionarios llevan años de rodillas, y no han parado de hacer genuflexiones ante el régimen, sobre todo, desde que llegó Mariano Rajoy al poder.
Esperemos a que el actual presidente del gobierno se manifieste, o por lo menos, no ponga los pies en la isla hasta que el socotroco ese no se disculpe con un país que, no sólo nunca ha roto relaciones con Cuba, sino que ha financiado copiosamente al régimen dictatorial de La Habana, permitiéndole -tras haberle condenado la deuda entre otras tropelías-, que España sea la puerta de sus agentes secretos hacia Europa, y que su red de consulados en toda la penísula (más de 10 cuando en Cuba sólo han permitido abrir uno), sirvan para promover a los izquierdosos de PODEMOS y otras faunas de la ultra alternativa y por supuesto, para financiar todo tipo de negocios destinados a lavar el dinero sucio y a violar el Embargo de los Estados Unidos.
Hace poco tiempo se manejó la idea de una futura visita oficial del rey Felipe VI a La Habana; pues bien, tras este nuevo desplante gratuito e injustificado, la Casa real, que también se ha apropiado del discurso buenista imperante, y ha cerrado los ojos en varias ocasiones ante los desmanes de la dictadura, debería anunciar claramente que el rey no pondrá los pies en la isla hasta que que no se restablezca la democracia y se devuelvan las propiedades confiscadas por el castrismo en 1959.

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