Foto: Beamish
Newcastle, 5 de septiembre de 2022.
Querida Ofelia,
Fue un recorrido por el premiado Museo al aire libre de Beamish para descubrir cómo vivían y trabajaban las poblaciones del nordeste de Inglaterra en la época victoriana. Una auténtica inmersión en el pasado entre edificios reconstruidos, estaciones de ferrocarril con trenes de vapor, tiendas y grandes almacenes, minas de carbón y fábricas, y muchos personajes vestidos de época. ¡Una vuelta al glorioso pasado a caballo entre el siglo XIX y el XX que no debemos perdernos en absoluto!
Dejamos el Costa Fortuna en Newcastle para llegar, en unos 45 minutos a la población de Beamish y visitar el célebre Beamish Open Air Museum, un museo al aire libre inaugurado en 1970 que reproduce hasta el mínimo detalle la vida y el trabajo de las poblaciones del norte de Inglaterra en época victoriana, desde principios del siglo XIX hasta principios del XX.
La pequeña ciudad que se abre a nuestros ojos ha sido recreada para asemejarse exactamente y de forma impresionante a una ciudad de 1913 con una amplia serie de edificios reconstruidos y de galerías, grandes almacenes y objetos de la época. Además de la arquitectura y las construcciones, en el Museo Beamish encontramos también carrozas y caballos, además de personajes vestidos con los típicos ropajes de la época victoriana, que nos transportan de lleno a un ambiente de otros tiempos hasta hacernos casi olvidar que estamos en el siglo XXI.
Pudimos movernos por nuestra cuenta para visitar el Museo al aire libre y tuvimos mucho tiempo a nuestra disposición para descubrir las numerosas atracciones que nos depara el lugar: pudimos recorrer el Colliery Village, el pueblo de mineros cercano a una mina de carbón y un paseo con el pintoresco tren de vapor que sale de Pockerley Waggonway, una estación de ferrocarril de 1825, que proviene de una aldea situada en las montañas del condado de Durham, a unos 25 km de Beamish.
Además de la estación de ferrocarril, merece la pena visitar la fábrica de la época y el edificio conocido como Pockerley Manor, inspirado en una casa señorial fortificada de época medieval.
Inmersos en este ambiente de otra época, curioseando entre tiendas y grandes almacenes, no pudimos dejar de asistir a la producción de dulces en la antigua fábrica de dulces y después hacer una parada en una consulta de dentista para conocer todos los instrumentos de la profesión.
En Beamish las guías proporcionarán informaciones sobre el museo y sobre cómo moverse de forma autónoma, pero solamente en inglés.
Una empleada de My Tours en el Costa Fortuna me había afirmado ayer que la excursión sería en francés, pero fue en inglés al igual que la de Liverpool. Al regresar de la excursión fui a verla y ella me dijo que está estipulado que sean en inglés las excursiones que no se puedan realizar en la lengua solicitada por los huéspedes. Yo me pregunto, cómo es posible que Costa no ponga traductores siempre junto a los guías cuando todos los empleados de la Recepción y de My Tours son políglotas. Solo lo hace en algunas excursiones.
Por la noche tuvimos en el Teatro Rex un hermoso espectáculo acrobático “Romeo y Julieta”. Posteriormente participamos con amigos franceses, españoles y alemanes en el Grand Bar Conte di Savoia, a la “Silent Night”, una fiesta original silente, pues cada persona llevaba un casco y escogía la música que deseaba bailar.
El Costa Fortuna zarpó hacia Douvres, situado en el Canal de la Mancha.
Este crucero se acerca a su fin, pero ya tenemos reservados otros dos, ya te contaré.
Besos desde la Vieja Inglaterra,
Félix José Hernández