He visto la Mesa Redonda (programa tv cubana) con el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez y el Consejo de Ministros acerca de las «tareas de recuperación» tras el tornado que azotó a una parte de La Habana el pasado 27 de enero.
La puesta en escena fue diferente, al celebrarse en el salón donde se reúne habitualmente el Consejo de Ministros. Randy y Arleen ocuparon sitio en la presidencia, a ambos lados del mandatario, acompañados por el vicepresidente primero Valdés Mesa, que no habló, y los dirigentes habaneros del PCC y el Poder Popular.
Algo falla cuando la prensa se instala como parte del poder; de hecho, los ministros concedieron el mismo tratamiento formal a Randy Alonso que al Presidente. Ellos que son blancos sabrán porqué.
El programa no aportó novedad alguna. Crudeza de imágenes ya vistas, inventario de daños y énfasis en la rápida respuesta de dirigentes y el pueblo a la adversidad natural. O sea, la misma baba sin quimbombó.
Una ministra contó que ha habido dificultades con los tanques de agua de determinadas medidas, que están viajando desde el centro del país hacia La Habana. Y sus compañeros de gabinete explicaron sus esfuerzos sectoriales para responder con prontitud al desastre que desnudó parte de la pobreza provocada por el castrismo.
Díaz-Canel estuvo hábil y dejó todo el protagonismo a los ministros, a los dirigentes habaneros y al General de División Pardo Guerra que leyó un texto no escrito por él y en el que se hizo un lío con la hora del tornado porque vino a decir algo así como que el fenómeno se produjo a las cero ocho horas con cuarenta minutos, pasado meridiano… Los guardias suelen decir las 20:40 horas y lo más natural habría sido decir a las 7 y cuarenta minutos de la noche.
El burócrata del partido comunista en La Habana, que lanzó un mitin insensato, que mereció un toque amable de Díaz-Canel, chivateó a Raúl Castro revelando que «el General de Ejército estuvo todo el tiempo en contacto con el general Pardo». Es decir, que el Cuate sigue funcionando a la vieja usanza, y prefiere despachar con su guara.
El presidente no quedó satisfecho con la puesta en escena y reclamó a Randy otra Mesa Redonda. Habrá que esperar el segundo round a ver si mejoran el mensaje y la puesta en escena.
Y evitan dislates como el aparecido en el telepronter debajo del testimonio de las víctimas del tornado, que fueron identificados como «Dagnificados» (está en youtube) se puede ver y claro, me chirrió porque Dignorah, mi maestra de Primaria, que además tocaba el piano, me enseñó a escribir D A M N I F I C A D O S; pero será que ya estoy temba y gruñón y no soy capaz de aquilatar la potencia educativa que nos asola.
Eso sí, gocé mucho con que los participantes muy pocas veces dijeron Hospital Materno-Infantil de Diez de Octubre, sino que usaron el nombre histórico «Hijas de Galicia», un testimonio insoslayable de la fuerza de la huella española en Cuba y de lo mucho que hicieron colonizadores y emigrantes por esa isla de corcho, como dicen algunos.
Ahí namá.