Lo dejó muy claro el Che Guevara en la ONU: «Fusilamos y seguimos fusilando». Y no fueron «cosas excepcionales». Antes de la consecución de la Revolución, Fidel tenía muy claro que quería el poder para siempre a costa de lo que fuese. Y por supuesto, a costa de los fusilamientos que él mismo comenzó sin más pruebas ni garantías que sus deseos.
Los fusilamientos no empezaron en la Cabaña, sino en la Sierra Maestra. Y los más perjudicados, como pasa con todas las revoluciones, fueron los campesinos.
Y no se fusiló sólo a los partidarios de Batista, sino a mucha gente anónima e incluso a gente que había luchado contra Batista.
Tanto el Che como los hermanos Castro se destacaron en criminalidad. Empero, hubo gente que vivió para contarlo. Entre ellos, un sacerdote que tuvo que asistir espiritualmente a muchas víctimas de la tiranía castrista.
Pasen y vean:
Lo que has escrito es toda la verdad. Es muy importante que se sepa que los Castro y ese atorrante aventurero, Guevara, fueron unos asesinos y el que aún vive, sigue siendolo. Lo consideran algunos como si fueran heroes pero no lo son, son antihéroes y patanes, cafres asquerosos que no supieron valorar ni respetar, entes ambiciosos que destruyeron un país y le hicieron un daño irreparable al pueblo cubano.
Lo que has escrito es toda la verdad. Es muy importante que se sepa que los Castro y ese atorrante aventurero, Guevara, fueron unos asesinos y el que aún vive, sigue siendolo. Lo consideran algunos como si fueran heroes pero no lo son, son antihéroes y patanes, cafres asquerosos que no supieron valorar ni respetar, entes ambiciosos que destruyeron un país y le hicieron un daño irreparable al pueblo cubano.