Complicada Navidad para Díaz-Canel

Por: Carlos Cabrera Pérez
A los reportes de escasez de pan, huevos y patatas; se une la «guerra de la cerveza» que enfrenta a Gaesa (complejo empresarial del Pentágono cubano) con Bucanero, S.A, una empresa mixta cubano-canadiense que ha parado la producción ante el abarrote (preciosa palabra) de sus almacenes.
La guerra obedece a que Bucanero ha tenido que incrementar entre 10 y 20 céntimos el precio de sus cervezas por el aumento de precio de las materias primas que importa para producir en Holguín.

Y GAESA ha dicho que no compra a ese precio, decisión que ha sido seguida por muchos cuentapropistas por aquello de beber y guardar la chapa, aunque ellos aluden «solidaridad» con GAESA en este raro frente común antiBucanero.
Díaz-Canel debía preocuparse de estos temas y dejar de andar haciendo el turista porque todas esos tropiezos, más la represión contra artistas opuestos al 349, las Damas de Blanco y la oposición, serán usados por sus adversarios externos e internos para sacudirlo.
El tema de la guerra fría por la cerveza no es asunto menor porque GAESA, es decir Cuba, podría encontrarse con una demanda en una Corte Internacional, además del encabronamiento popular con la falta de cerveza en fecha clave.
Canadá ha mostrado paciencia infinita con los gestos inamistosos de Cuba como los ataques sónicos a sus diplomáticos en suelo habanero, pero Bucanero, S.A. no se va a quedar con los brazos cruzados y menos ante un gobierno que cobra alimentos y artículos de primera necesidad a sus ciudadanos en una moneda que está valuada en 25 veces más que el salario y con beneficios de hasta un 300% en cada producto, la mayoría de ínfima calidad.
Además que una guerra comercial es un mensaje claro de desaliento a posibles inversionistas extranjeros en medio de la crisis económica estructural que asola a Cuba y cuando el tardocastrismo necesita de zonas de aparente prosperidad para encarar la próxima transición, una vez que entierre con todos los honores a los dinosaurios.
No obstante, no todo está perdido. Anteayer mismo, Machado Ventura, uno de los más grandes humoristas cubanos, advirtió que la próxima zafra debe ser de sí o sí, o sea, que no.
Menos mal que a los cubanos de adentro aún les queda Cándido Fabré, un sabio de pueblo que avisó: si no hay cerveza, vamo (así sin ese) a tomar Guayabita del Pinar… Recemos porque la planta de Pinar del Río no sufra las consecuencias del bloqueo y que la CIA no le de por atacar por Caimito de Guayabal.
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