Para que los lectores del DLM puedan formar una idea aproximada de las terribles pérdidas que deben haberse sufrido en el incendio de la ciudad de Bayamo, creo oportuno darles unas breves noticias históricas y geográficas de la desgraciada población.
Aunque decadente en 1616 por la obstrucción que sufrió el río Cauto en su desembocadura, dejando encerradas unas 33 embarcaciones de regular porte que había en lo que puede llamarse su puerto, tenía aun en 1860 unos 1400 edificio, de estos 600 de mampostería, muchos de alto y de azotea y el resto de embarrado y teja y de embarrado y paja por los extremos.
Entre esos edificios se contaban dos conventos, el de San Francisco, fabricado en 1582, con regular torre y parte de su techo de bóveda, y el de Santo Domingo, que ocupaba casi una manzana y que quedó arruinado por un incendio desde el principio de este siglo. Además, la parroquial mayor con una elevada torre, la auxiliar de San Juan Evangelista y las de nuestras señoras de la Luz, Regla y Santa Ana y San José. (…)
Hasta 1840, en que su jurisdicción fue de las más extensas, contó con 58 ingenios o trapiches, 10 cafetales, 858 haciendas de ganado, 496 sitios de labor y 219 vegas de tabaco, con todo 90 mil reses vacunas, más de 200 mil del caballar, más de 33 mil de cerda y 1700 y pico de lanar.
Hoy sólo cuenta (o contaba) Bayamo 1,253 fincas urbanas, 276 haciendas de crianza, 23 ingenios, 2 cafetales, 35 potreros y 250 vegas de tabaco, a causa de haberse cercenado de su jurisdicción las nuevas tenencias de gobierno de Manzanillo y las Tunas, con una población total de 16 mil blancos, 13 mil de color libres y 2,885 esclavos, de estos solo 931 en la ciudad.