Comienza el II Pleno del VII Mandato del CGCEE

En su intervención matinal, el señor Acosta con su dificultosa elocución, aprovechó la presencia de la nueva secretaria de estado para la emigración María del Consuelo Rumí para llamar la atención sobre la existencia de 50 mil expedientes de nacionalidad no tratados en La Habana. Al mismo tiempo manifestó su preocupación en lo que podría pasar si se llegase a aprobar una nueva ley. “¿Cómo los van a tratar todos se interrogó?”.
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En la segunda parte, el controvertido consejero aseguró que el Consejo de Residentes Españoles en Cuba no tiene manera de contactar a los 150 mil españoles que residen en la isla, y que por esa razón no pueden hacerles llegar todas las informaciones que necesitan ni las ayudas. Por eso pidió a la secretaria que se les facilitaran esos datos.
Baetriz Larrocha, Vicepresidenta Segunda, respondió a las inquietudes manifestadas por los consejeros y aunque no se respondió directamente a las reivindicaciones del Sr. Acosta, aseguro que su ministerio «tiene bien identificados los problemas que padecen las comunidades que han crecido en estos últimos años y que hacen todo lo posible por ayudarlas, sobre todo en los países con mas problemas», entre los que citó a Venezuela y a Nicaragua.
La sesión acaba de interrumpirse y se reanudará mañana.

Consuelo Rumí “La Ley de Nacionalidad debe aprobarse con consenso”

Aprobar una ley de nacionalidad, tal y como figura en el programa electoral del PSOE, y suprimir el voto rogado, que “ha sido una traba y no ha funcionado”, son los dos temas prioritarios en la agenda de la secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, al frente del departamento, según lo confirmó esta mañana en su reencuentro con los consejeros de la emigración que asisten en Madrid al II pleno del VII Mandato del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE).
Acompañada por el director general de Migraciones, Agustín Torres (un viejo conocido igualmente para los representantes de la diáspora, ya que ocupó el mismo cargo entre 2005 y 2009), Rumí se mostró dispuesta a abordar estos dos asuntos de manera prioritaria.
Por ello, aludió a la aprobación días atrás por unanimidad en el Senado de una proposición de ley de Podemos para ampliar los supuestos en los que los residentes en el exterior pueden recuperar la nacionalidad y, al respecto, dijo: “Nada me alegraría más que esta proposición aprobada en el Senado fuera el prólogo de un gran acuerdo en esta materia”.
Rumí anunció que se pondrá en contacto con los representantes del PP en breve, una vez finalicen su proceso de primarias, para llegar a acuerdos en el asunto, porque la ley de nacionalidad “tiene que aprobarse con consenso”, añadió.
El voto rogado, la otra prioridad de la secretaria de Estado en lo que respecta a las cuestiones relacionadas con la emigración, requiere igualmente de modificaciones para evitar que la participación del exterior en los comicios que se celebran en España continúen decayendo, según aseguró Rumí, quien trató de justificar la medida con el objeto de evitar que se siguieran recibiendo denuncias sobre “fraude en el proceso electoral”.  No obstante, aclaró que en el momento de aprobarse la reforma de la Loreg en lo que atañe el voto exterior, ella ya no estaba de responsable del departamento. “Nunca estuve por el voto rogado”, dijo, y, en el supuesto de haber seguido en el cargo, “hubiese luchado con uñas y dientes” para evitarlo, porque los que “conocemos” de los asuntos de la diáspora “ya sabíamos que no iba a funcionar”.
Rumí aportó datos para demostrar la caída del sufragio del exterior desde la entrada en vigor de la Loreg, en 2011, asegurando que desde las generales de 2008, cuando la participación alcanzó los 382.561 votantes, fue disminuyendo progresivamente, hasta los 34.317 votos recibidos del exterior en las europeas de 2014.
Fue por ello que, en el PSOE, fueron conscientes desde muy pronto del “error” cometido con la reforma de la normativa en lo que respecta al voto exterior y dijo que desde 2012 están pidiendo su eliminación. Ahora, “en 2018, un gobierno socialista ha tomado el testigo para promover la participación de las elecciones de los residentes en el exterior”.
La que fuera secretaria de Estado de Inmigración y Emigración entre 2004 y 2010, se mostró satisfecha por el trabajo realizado en los seis años al frente del departamento – en “tiempos difíciles, pero afrontados con un “trabajo positivo y beneficioso para la emigración”, dijo–, al tiempo que ilusionada por la posibilidad de ocupar el mismo cargo de responsabilidad y con el mismo rango, el de Secretaría de Estado, que es  “el que se merece”, apostilló.
Rumí concluyó su intervención ante los presentes comprometiéndose a trabajar con “lealtad, seriedad y por la mejora de las condiciones de vida de los que residen en el exterior”.

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