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Carta de Miguel García Delgado sobre el guajiro camajuanense de París

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 Foto: Miguel García Delgado, Camajuaní, 1959.

Miami, 17 de mayo de 2015.

Queridos coterráneos camajuanenses:

Mi amigo, y coterráneo Félix José Hernández Valdés, es hijo de Ofelia Valdés Ríos, mujer simpática y que poseía un sentido del humor tremendo.

Él sigue publicando sus crónicas en los grupos Camajuaní y Gente de Camajuaní, muchas de las cuales ya las hemos publicado en nuestra Revista Camajuaní. Félix José es una “máquina” de producir sus vivencias, de contar sus viajes por el mundo, las pequeñas historias de su infancia en el pueblo que lo vio nacer. Nosotros estamos tratando de reproducir estas narraciones, para que nuestros vecinos las conozcan. Queremos hacer conocer las generalidades de sus padres, de los que él se siente tan orgulloso y a la vez, desmentir a algunos apapipios de nuestro pueblo que tratan de denigrar a sus progenitores.

Empezaremos con su querida madre Ofelia Valdés Ríos. Hija de Aurelia Y Claudio, familia humilde de nuestro pueblo. Tuvieron doce hijos: Ofelia, Lutgarda (Luga), Eusebia (Biba), Celia, Cayetana (Tana), Felicidad, Renato, Raimundo, Zoilo, Marcelo, Claudio (el chivo) y Faustino.

Ofelia (1918-1988), trabajó como despalilladora en Camajuaní, al igual que sus cinco hermanas desde que tenía sólo 6 años y hasta diciembre de 1958. Al mismo tiempo era ama de casa, se ocupaba de sus hijos Juan Alberto y Félix José, así como también de su sobrina Aurelita Valdés Sanabria, a la quería como si fuese su hija.

Aurelita sigue viviendo en La Loma, en Leoncio Vidal casi esquina a Santa Teresa, ya es bisabuela. Estuvo hace tres años de visita aquí en Miami en casa de su hermana Delsa.

Amado Hernández Padrón (1917-2004) nació en cuna campesina, en la finca Estancia Vieja, que se encontraba en la carretera entre Santa Clara y Placetas. Cuando tenía tres años de edad su padre Félix fue asesinado para robarle, así como también su hermano José (de 9 años). Por tal motivo su madre Doña María se fue a vivir a Santa Clara con sus ocho hijos. Amado fue siempre un campesino, por lo cual lo llamaban “el guajiro”. Por su calidad como buen pelotero (catcher), lo enrolaron en 1937, en el equipo de la Policía Nacional del Regimiento Leoncio Vidal de Santa Clara. En aquel entonces era el mejor equipo de béisbol y escogió a Amado como su catcher regular.

Después al ponerse viejo como pelotero, pasó a formar parte de la policía en Camajuaní, donde conoció a Ofelia y con la cual se casó en 1940. Como conocía a todo el mundo en el pueblo, se especializó y lo designaron a la sección de investigación de robos, cosa que él hacía muy eficientemente. Todo el mundo lo conocía y le pusieron el mote de “el guajiro policía”.

Y yo, Miguel García Delgado, quien fue uno de los fundadores del Movimiento 26 de Julio de Camajuaní, nunca conocí de ningún atropello u ofensa contra el guajiro policía. Cuando tomé el mando de Jefe de la policía en el mes de enero de mi pueblo, el día que asumí ese mando, habían arrestado a un grupo de ciudadanos de mi pueblo. Los subían a un cajón en el portal de la jefatura, para que la turba allí reunida los insultara.

En el momento en que el doctor Carlos Martínez Reyes fue a mi casa, me pidió junto con mi amigo y compañero el teniente rebelde Eliope Paz Alonso, que me hiciera cargo del puesto de jefe de la policía del pueblo. Les advertí que aquello sería por poco tiempo y ellos lo aceptaron. Después de firmar el libro que oficializaba el cargo, me subí al cajón donde ponían a los retenidos y le dije a la muchedumbre que se encontraban allí:

– Si algunos de ustedes tiene algún cargo contra los que están aquí retenidos, por favor acúsenlos ahora o de lo contrario serán liberados.

Esperamos unas horas, y ninguno de los presentes puso una acusación contra ellos. Entonces yo personalmente monté en el carro a mi maestra del primer grado que estaba acusada de batistiana y la llevé a su casa, y así sucesivamente los solté a todos. A ninguno acusaron de chivatería, tampoco el guajiro policía fue acusado de ningún atropello contra los revolucionaros de la resistencia.

Los hay que dicen aquí en Miami, que Félix José es de la CIA, debido a sus escritos publicados en: Francia, Italia, Bélgica, España y Suecia fundamentalmente, así como en la Internet. Estas personas deberían informarse mejor y aprender que para luchar contra los comunistas por la Democracia, la Libertad y la Defensa de los Derechos Humanos en nuestra Patria, no hay que pertenecer ni recibir dádivas de gobiernos extranjeros.

Juan Alberto, el hermano de Félix José, es germanista y traductor de lengua alemana. Vive con su esposa Alina y sus dos hijos, en la isla italiana de Ischia.

Félix José, vive en París con su esposa Marta, el hijo de ambos que está casado y, ya tiene dos nietos. Félix José se jubiló en julio pasado después de 32 años de trabajo como profesor universitario en París. Al llegar a Francia tuvo que comenzar como obrero en una fábrica, empleado de supermercado y vigilante nocturno en un hotel, mientras estudiaba para poder pasar las oposiciones y obtener la cátedra. Hoy día continúa con su pasión periodística, gracias a la cual ha ganado siete premios internacionales.

Pero el éxito profesional y social de nuestro coterráneo, hubiera sido imposible sin el apoyo y la ayuda de su esposa Marta Fernández Sardiñas.

Continuaré publicando las crónicas de Félix José Hernández Valdés, “El guajiro camajuanense de París” en la Revista Camajuaní.

Miguel García Delgado.

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