Canarias, puente entre Europa y América

-Por Antonio Moreno Ruiz

Viví seis años en Hispanoamérica y en aquel éxodo económico/profesional en el cual nos encontramos tantos españoles tuve la oportunidad de hacer buenos amigos canarios, los cuales confirmaron muchos estudios e intuiciones que venía albergando desde que estudiaba Historia en la universidad de Sevilla, pues como decía Francisco Morales Padrón, gran historiador americanista afincado en Sevilla –al calor del Archivo de Indias-, a partir del siglo XVII, “el calificativo de “isleño” para el canario, es ya un signo de distinción. Por su fácil adaptación al medio, los canarios constituyen una humanidad distinta, especial, cercana a la americana (1)

En la forma de hablar de los canarios, ya vemos su aproximación al español de América. Cada isla tendrá su acento, pero esas tonalidades tan diáfanas, como mezcla de Andalucía (pues no en vano buena parte del protagonismo conquistador y poblador de las islas vino de Andalucía) y Caribe con prolongaciones hasta los más remotos confines andinos, es una de las formas que más me gusta de nuestro idioma, con permiso del acentico paisa colombiano.

Recordando mis años limeños, los sábados, mientras desayunaba antes de irme a trabajar, veía el programa «Tenderete» en el canal internacional de Televisión Española, nutriéndome de folías, malagueñas, sorondongos, el baile del santo, el baile del vivo, el canto de la meda… Muchas músicas que podríamos llamar en Andalucía como «preflamencas» están vivitas y coleando. También podemos ver parentesco con Portugal, Asturias, Vasconia… Asimismo, el parentesco para con América se respira muy naturalmente.

Canarias es el puente más natural y perfeccionista que tenemos entre lo ibérico y lo criollo. Es el eslabón de nuestra Atlántida: En el Atlántico, sobre África, une Europa y América. He ahí nuestra geopolítica, nuestro sentido, nuestro porvenir. Cualquier cosa de cualquier movimiento hispanista serio ha de pasar por las Islas Afortunadas, justo jardín de las Hespérides, mitología que se hace carne y sangre con todos nosotros.

Canarias es nuestra profecía.

Canarias es nuestro paraíso.

Canarias es lo nuestro.

NOTA:

(1)Recuérdese:

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