Madrid, 2 de enero de 2022.
Querida Ofelia,
Sin lugar a dudas Alberto T. Rodríguez Acuña es un músico muy singular y de gran cultura. Su hermosa pluma nos ofrece este magnífico libro, que cuenta con numerosas fotos y documentos, que recorre lugares y recuerdos de la cultura en su querido pueblo cubano de Caibarién. ¡Un extraordinario viaje nostálgico y musical!
A finales del ario 1904, en Caibarién, pequeña ciudad costera del centro norte de Cuba, el músico José María Montalván Raimundo, proveniente de una familia de larga tradición musical en la vecina ciudad de Remedios y asentado en Caibarién, decide formar una banda de música infantil, a semejanza a la que su hermano Desiderio Montalván fundaba en Remedios. La municipalidad no posera recursos para financiar obras de la cultura, la cooperación popular permitía dotar a los pequeños que tenían entre 7 y 13 años, de instrumentos y local para academia. Ya el 20 de mayo de 1905 ofrecieron su primer concierto. En 1907 a petición del maestro José María Montalván, el Ayuntamiento aprueba contratar a un director que le diera a la institución un mayor nivel de calidad interpretativa, y es así como en 1908 entra a dirigir la banda et músico español Ernesto Jarque Gómez, quien tantos conocimientos aportó y tanta gloria dio a la ciudad en los concursos nacional y provincial en 1911. La laureada Banda Municipal de Caibarién le rindió homenaje en sus 115 años de su fundación.
El clarinetista, profesor y director de orquesta cubano-español, Alberto Rodríguez Acuña (1950), radicado en España, acaba de publicar «Banda de conciertos de Caibarién, un ícono de la música cubana”, un libro bajo el sello de Roque Libros, narra la historia centenaria de la banda de música de la ciudad de sus orígenes y una de las más antiguas de Cuba fundada en 1904.
El periodista Jesús Díaz Loyola entrevistó al autor en Madrid, ciudad donde reside hace 25 años.
A continuación podrás mleer la entrevista:
“— ¿Qué lo ha llevado a escribir este libro sobre
la historia de una de las bandas de música más legendarias de Cuba?
Además de haber sido la institución donde recibí mis primeras nociones de música y mis primeras motivaciones artísticas, el principal motivo ha sido el de contribuir a la preservación de la valiosa documentación histórica aún existente sobre esta centenaria institución, cada día contamos con menos fuentes primarias para examinar, debido a su mal estado de conservación, muchas de ellas perdidas para siempre, como documentos, partituras, instrumentos etc. Es importante que no se pierdan las fuentes secundarias que aún podemos consultar. Siempre he tenido claro la importancia de esta investigación y la necesidad de que se conozca lo que significó la Banda infantil primero, y luego municipal, para el desarrollo de las bandas en Cuba.
— ¿Qué representa para usted el libro que acaba de publicar?
Una gran satisfacción, ha sido la culminación de muchos años de investigación, es algo que te hace sentir que haces algo útil por el lugar de tus orígenes.
— Por circunstancias de la vida, usted vive fuera de Cuba. Aún así, ¿qué le mueve a fijar ese interés en armar historias pasadas de su país de origen?
Los orígenes.
Creo que para la mayoría de mis compatriotas, haber nacido en Cuba es un orgullo. Uno es cubano para siempre, independientemente del lugar geográfico donde se viva. Yo me siento orgulloso de ser cubano y de haber nacido en Caibarién, pequeña ciudad costera del centro norte de Cuba, que tantas personalidades de la cultura ha dado, cuna de una de la bandas más legendarias y laureadas del país. De sus filas han salido en estos últimos 116 años innumerables musicos que han engrosado las filas de importantes orquestas del país y del extranjero.
Es importante no perder los orígenes, que las nuevas generaciones tengan conocimiento de la historia de su lugar de nacimiento para que se sientan orgullosos y continúen preservándolo.
—¿Se fue usted para siempre de Cuba?
Las motivaciones para irse son tan variadas como los propios inmigrantes; algunos se marchan en busca de oportunidades, algunos por aventura, por razones familiares, etc. La emigración siempre ha existido, y despues de tantos años fuera del país de origen, y de integrarse completamente en el país anfitrión, unido a factores como la vivienda, empleo, o la familia, afectan el regreso. En mi caso, lo que si está claro es que nunca dejaré el contacto con la poca familia que aun me queda en Cuba, amigos, compañeros de profesión, como lo demuestra el libro que acabo de publicar. De Cuba uno no se va nunca completamente.
— ¿Le une a España la historia de su libro?
España siempre estará en el corazón de los cubanos, y si nos referimos a la música, más concretamente a la música de bandas, con más razón. Maestros españoles fueron los primeros en introducir la tradición bandística en Cuba. Excelentes directores y músicos durante generaciones se establecieron en Cuba, aportando sus conocimientos y divulgando la música española. La Banda de Caibarién siempre se ha caracterizado por la buena interpretación de esta música.
Ha sido en España donde más documentación he podido consultar sobre la investigación que nos atañe, gracias a sus excelentes archivos, hemerotecas y el cuidado del patrimonio, no solo español sino de Latinoamérica.
— ¿Qué tiempo ha invertido para escribir esta historia?
Siendo aún estudiante en la Banda Municipal, ya me interesé por profundizar en su historia. El hecho de que mi primer maestro y director de la banda, Roberto Urbay Carrillo, fuera uno de aquellos niños que participaron en su fundación, me ayudaron a conocer de primera mano la historia de la institución, despertando en mí el interés de conocer cada día más sobre su historia. En un principio solo fue un interés personal por saber más de la institución a la que pertenecía. Sin embargo, después de la jubilación del maestro Roberto Urbay en 1970, la banda pasó por etapas de inactividad casi total, no desapareciendo gracias a las iniciativas de algunos de sus miembros que tomaron su dirección. Viendo el poco interés de las instituciones por preservar la institución y su legado, comencé la investigación documental, hasta el día de hoy acerca de estos hechos históricos por espacio ya de más de 40 años.
— ¿Cuáles son las citas más importantes de su libro?
“Las bandas de música municipales tienen su origen en las bandas militares”.
“La llegada a Caibarién del profesor español Ernesto Jarque Gómez como director de la Banda Municipal, fue el momento más importante en la historia de la institución”.
“Los conciertos populares tuvieron gran trascendencia social en el desarrollo de la vida musical de sus poblaciones”.
“Ciudades como Remedios, Santa Clara y Caibarién en la antigua provincia de Las Villas, fueron ejemplo del desarrollo de sus bandas de música……”
Redactor de la Revista Bohemia sobre Caibarién: (…..) “población que presta apoyo a la música, y que se interesa por su desarrollo, es población culta, y ha de merecer consideración y simpatías generales”
“El gran triunfo de la banda de Caibarién consistió en que, a pesar de competir como banda infantil, obtuvo mayor puntuación que la de Bomberos de La Habana, primer premio entre las de mayores”
— ¿Habla de momentos buenos y malos en la historia musical que construye?
A lo largo de la construcción de este libro, durante mi etapa de investigación en Cuba, he tenido que afrontar muchas dificultades, mal estado de los archivos, no poder consultar la mayoría de la prensa de la época, debido al mal estado de conservación. Además, el hecho de no estar digitalizados la mayoría de los archivos, no facilita la investigación, aunque en los últimos tiempos se ha avanzado en ello.
En ocasiones nos hemos encontrado con algunos archivos personales con excesos de celo a la hora de permitir el acceso a la documentación. Es necesario una mayor flexibilidad en ello y concienciar que el patrimonio necesita ser divulgado.
Mi agradecimiento a las personas que, sensibilizadas con la importancia de esta investigación de tipo historiográfica, nos han brindado su ayuda en la preservación de toda esta documentación.
— ¿En qué medida su libro o usted mismo reconocen los errores de Cuba con sus músicos?
Creo que los estudiantes, no solo de música de mi generación, fuimos unos previlegiados de haber podido estudiar en la Escuela Nacional de Artes (ENA), principalmente en sus primeros años. Tuvimos los mejores profesores posibles tanto en música como en otros estudios escolares. Excelentes planes de estudios, dirigidos por profesionales de muy alta calificación e ilusión en todas las especialidades. Todos sabemos como se fue dejenerando todo aquello, y solo mantenido por la tenacidad de muchos de las nuevas generaciones de profesores que lo han mantenido en la medida de sus posibilidades. Con la creación del ISA, hoy Universidad de las Artes, tenemos una nueva esperanza en el futuro.
En referencia al sistema imperante de catalogar a las bandas como municipales, provinciales, con normativas que les impide crecer en números de miembros profesionales según su categoría. Soy de la opinión que es un error, ya que limita sus posibilidades de crecimiento y competividad entre ellas. Es importante también que los municipios apoyen a las Academias de sus bandas, bases para la formación de músicos aficionados que con el tiempo puedan llegar a ser profesionales.
— ¿Cómo recuerda su pasado cubano y su formación como músico?
Fue una gran suerte haber comenzado mi formación musical en la Academia de la Banda Municipal de Caibarién, donde se respiraba en todo momento un ambiente musical y de superación. Posteriormente, mi continuación en la Escuela Nacional de Artes (ENA) en La Habana fue una experiencia maravillosa. Su claustro de profesores y los planes de estudio eran de una calidad irrepetible, creo que todos los que estudiamos en esa época pueden corroborar esta afirmación.
Fue un gran acierto la integración de las diferentes artes (Música, Artes plásticas, Artes dramáticas, Ballet y Danza) que nos dio la oportunidad de interactuar, enriqueciendo nuestra formación cultural.
— ¿En qué medida la Banda de Conciertos de Caibarién, fue su refugio y nutrió su formación para que usted creciera músico?
La laureada Banda de Caibarién fue tradicionalmente una institución inspiradora para los estudiantes de música. Su historia, sus excelentes músicos que ejercían no solo en la banda sino en diferentes instituciones de Cuba y el extranjero, motivaron en todo momento el orgullo de pertenencia y los deseos de superación.
— ¿De cierto modo, el libro que acaba de escribir es también parte de su propia historia?
Sí, es parte de mi propia historia, siempre dedicada a la música y a los deseos de saber cada día más sobre su historia, de la que me considero parte.
— ¿Se puede hablar de un idilio artístico entre usted y la banda de Caibarién?
Correcto
— ¿Cuál es la mayor enseñanza que guarda de la banda que le vio crecer?
Durante nuestra enseñanza musical recibidas por parte del maestro Roberto Urbay, debo destacar que no fue solo musical, sino también sus enseñanzas sobre ética, el amor por la ciudad que nos vio nacer, el espíritu de sacrificio. Creo, que fue una escuela de vida.
¿Qué legado le dejaron sus maestros?
Pienso que todo maestro, sin necesidad de ser una celebridad en cualquier especialidad del conocimiento, es capaz de transmitir a sus alumnos importantes valores para su crecimiento personal, una palabra de apoyo en el momento adecuado, un consejo prudente con sencillez y humildad, que en ocaciones en nuestros años de adolescentes no comprendimos en toda su magnitud, hoy lo agradecemos. Este es mi caso, tengo de la gran mayoría de mis profesores un grato recuerdo y siempre los recoradaré con agradecimiento.
— La Banda de Conciertos de Caibarién es una escuela de músicos. ¿Quiénes han pasado por su batuta y qué músicos –además de usted- se han formado en ella y hoy alcanzan trascendencia en Cuba y en el mundo como músicos y directores de orquesta reconocidos?
Efectivamente, la Banda de Conciertos de Caibarién, siempre ha sido una escuela de músicos, todos los directores que han pasado por ella, desde su fundador José Pilar Montalván Raimundo, Ernesto Jarque Gómez, Armando Raggi Rodríguez, José María Montalván Reguera, Roberto Urbay Carrillo, hasta Marcos Antonio Urbay Serafín, entre sus prioridades estuvo la enseñanza en la Academia. Sería interminable citar a todos los músicos formados en sus inicios en la Academia de la Banda que han tenido trascendencia, desde el maestro Ernesto Jarque hasta la actualidad: Arturo Bonachea Huguet, Rogelio Zamora (El Divino), Antonio Jiménez, Luis Hernández, Martín Quiñonez, Juan Bruno Tarraza Montalván, Enrique Pardo Fuentes, Joaquín Benítez Current, Esteban Cabiedes Pescoso, Guillermo Penela Lage, Florencio Gelabert Pérez, Marcos Antonio Urbay Serafín, José Ramón Urbay Serafín, Manuel Coya, Emilio Heredia Pi, Hector Manresa Gómez, Manuel Álvarez Porrua, Adolfo Cabiedes Hernández, entre otros. Lista que se verá ampliada con las nuevas promesas de jóvenes que integran la banda en la actualidad.
— Marcos Antonio Urbay Serafín, uno de los últimos directores de la Banda que inspira su libro, hijo de uno de sus decanos músicos y directores, Roberto Urbay Carrillo, vivió una dejadez imperdonable. Las autoridades se mostraron con él, de un antagonismo increíble. Estuvo un tiempo deambulando con la banda, ensayando debajo de los árboles del parque de la ciudad. Después de 100 años no tenían local de ensayo.
En el crepúsculo de su vida recibió un gesto de gratitud hacia su obra legendaria cuando le entregaron el Premio Nacional de la Música 2018 que apenas disfrutó porque dos meses después, murió. ¿No cree que ha sido lo que ha pasado un poco también con el conjunto de la Banda de Música de Caibarién?
En septiembre de 2017, durante el paso del huracán Irma por la costa norte, causó grandes estragos en Caibarién, afectando al local de ensayos de la Banda, el cual hasta el día de hoy no está completamente restaurado, afectando al normal funcionamiento de la Banda.
Esperemos que su legado y el amor por la banda de los profesores que la integran, continúe influyendo en mantener los logros de la Banda Municipal.
— ¿Cuál es la situación actual de la banda de conciertos de Caibarién y sus músicos?
Gracias a la dedicación del maestro Marcos Urbay y otros profesores de la Banda en revivir la enseñanza en la Academia y la formación de la Banda Infantil, fue posible engrosar nuevamente la Banda Municipal de nuevos músicos, que hoy la integran. En la actualidad aún persisten las dificultades con su local de ensayos. El futuro del mantenimiento de una banda infantil es incierto, esperemos que sea posible normalizar la enseñanza en la Academia que asegure su futuro.
— ¿Cuándo fue la última vez que estuvo con ellos?
Mi última participación con la banda de Caibarién fue durante el IV Festival Roberto Urbay in Memoriam en 1986.
— ¿Alguna anécdota que le haya ocurrido en su etapa de músico en Cuba y que no haya olvidado jamás?
Una de las anécdotas que recuerdo sucedió durante la grabación del “Lago de los Cisnes” con la Orquesta del Gran Teatro de La Habana. Estas se realizaban por las noches buscando el mayor silencio posible, a mitad de la grabación una cigarra decidió incorporarse con su canto a la orquesta, lo cual obligó a alargar la grabación por varias horas mientras se trataba de localizar su ubicación.
Solo agregar que la grabación se pagaba por horas de permanencia en el Teatro. Todos agradecidos al insecto.
— ¿Hay algo que recuerda de su infancia y juventud cubanas y que le gustaría volver a vivir algún día?
Reunirme con mis viejos compañeros de estudio y de profesión, volver a interpretar las obras inolvidables que interpretamos de jóvenes en la Banda.
— ¿Qué piensa de las actuales generaciones de cubanos y en la música propiamente, y cómo están encarando su realidad?
Cuba es un país muy musical, es increíble cómo a pesar de todas las dificultades, siempre han surgido nuevas generaciones de excelentes músicos, y la generación actual no será una excepción.
— ¿Cómo valora la suerte de la música cubana hoy?
La música, al igual que la cultura en general, no es algo estático, es el resultado de las interacciones sociales, un proceso dinámico. Al igual que sucediera a lo largo de su historia, la música cubana hoy se renueva constantemente, combinando lo tradicional con elementos del Jazz, de otras culturas, la electrónica, innovando y aportando al mundo un sincretismo de nuevos elementos rítmicos, melodías, y estas influencias están presentes tanto en la música popular como en la llamada clásica.
— ¿Qué le hizo decidirse por España y en concreto Madrid para reorientar su vida?
Anteriormente a España, viví en Praga, ciudad donde estudié en la Academia Superior de Artes (AMU), posteriormente pertenecí a la orquesta de la Ópera Mozart y a la Orquesta Sinfónica Bohemia. A España había venido anteriormente invitado a impartir cursos y en 1993 recibí una oferta para impartir clases en Valencia que acepté, posteriormente me trasladé a Madrid hasta la actualidad.
—¿Cómo ha influido esta etapa de su vida, tanto para su carrera musical como para su vida personal?
Mi etapa en España, particularmente en Madrid, ha sido muy positiva. He encontrado estabilidad, he formado una familia y he podido desarrollarme profesionalmente como músico.
— ¿Cómo ve a Cuba desde la distancia?
Cuba se extraña, la inmensa mayoría de los cubanos, sin importar el lugar del mundo en que nos encontremos, traemos consigo los recuerdos de nuestra familia, amigos, costumbres, la alegría de su música. Profesamos un amor incondicional por nuestras raíces. Cuba es una fuente inagotable de talentos artísticos, repartidos por todo el mundo con mucho futuro.
—¿Cómo la ves musicalmente o clarinetísticamente hablando?
En los últimos años han surgido numerosos talentos en diferentes instrumentos, no solo en el clarinete, pero no olvidemos que Cuba es un país muy musical y que de todas las generaciones han surgido excelentes músicos en todos los instrumentos y géneros.
— ¿Espera presentar su libro en Cuba, en su pueblo?
Es mi gran deseo, esta historia les pertenece, y espero la primera oportunidad para hacerles llegar los libros.
Hablemos de su vida y su carrera como músico.
— ¿Con qué edad empezó a tocar?
A los 8 años comencé en la Academia de la banda municipal el estudio del solfeo, posteriormente con el instrumento.
— ¿Por qué eligió el clarinete? ¿Qué le atrapó del instrumento?
Desde pequeño siempre me llamó la atención su sonido, su importancia en las bandas. Caibarién era cuna de excelentes clarinetistas que llegaron a formar parte de las grandes bandas como la de la Policía Nacional, de la Marina Nacional, la Municipal de la Habana y orquestas como la Filarmónica y de los que siempre se hablaba con orgullo.
— Si tuviera que describir el clarinete a alguien que nunca lo hubiera escuchado ¿cómo lo haría?
El clarinete es un instrumento muy versátil y expresivo, su timbre es muy rico en matices. Entre sus características podemos citar su gran agilidad de ejecución, posee diferentes registros con sus características bien definidas que le permite gran flexibilidad de expresión. Es utilizado en todo tipo de música.
— ¿Quién fue su mayor inspiración para hacerse músico?
Desde pequeño mis padres me llevaban a escuchar las bandas de Caibarién y Remedios, algo que me fue motivando, aunque quien más influyo en mi determinación de estudiar música fue mi primo Antonio Gutiérrez del Río, éramos vecinos y siempre lo veía estudiar el clarinete, él fue quien me introdujo en la Academia de la Banda.
— ¿En su familia prolifera la tradición de músicos?
Mi familia ha sido muy amante de la música, aunque no de músicos profesionales.
— ¿Ha tocado siempre el clarinete? ¿Por qué?
En algún momento también toqué el saxofón, principalmente el tenor, pero siempre me he mantenido fiel al clarinete, es el instrumento en el que mejor me siento.
— ¿Hay diferencia entre tocar el clarinete y dirigir una orquesta?
Soy de la opinión de que el director de orquesta primero tiene que dominar, al menos un instrumento No se concibe el estudio de la dirección solo como tal, y lo perfecto sería el conocer un instrumento de cuerda y otro de viento para saber a quienes diriges y saber sus características antes de exigir al intérprete.
— Además de músico y director de orquesta, usted es profesor en Madrid. ¿Dónde lo ejerce y qué es lo que más le gusta de enseñar?
Siempre me ha gustado la docencia, también es una forma de aprendizaje. En Madrid, he sido profesor del Nivel Superior en la Universidad “Francisco de Vitoria” y en la actualidad profesor de Clarinete y Música de Cámara desde hace más de 25 años del Centro Superior de Música “Katarina Gurska” y de las “Escuelas Municipales de Música” del Ayuntamiento de Madrid.
— En su experiencia docente, ¿Cómo cree usted que se puede ayudar a un alumno a desarrollar su musicalidad?
Desarrollar la musicalidad del alumno es un aspecto fundamental en el estudio de la música, que debe comenzar a desarrollarse, favoreciendo el contacto del niño con la música en vivo de calidad desde edades tempranas, al igual que se hace con sus habilidades motrices y el lenguaje, reforzadas con las vivencias musicales y sonoras dentro del hogar, la música que llega al niño por medio de la radio, la televisión etc., influyen decididamente en el desarrollo de su musicalidad.
— Cada año, la música lo mueve entre Madrid y Praga. ¿Por qué Praga?
En Praga realicé mis estudios superiores, viví años y he podido realizarme al mayor nivel como músico. Fui clarinete solista en las orquestas de la Ópera Mozart y en la Orquesta Sinfónica Bohemia, además de la música de cámara. Desde hace muchos años soy profesor de los Cursos Internacionales de Música de Cámara “Ameropa” y en el Internacional de Orquesta “Filharmonietta”, y miembro de “Praga Clásica”, por lo que tengo que viajar a Praga en calidad tanto de intérprete como de profesor durante el año.
— ¿Cuál ha sido el hecho más importante en su vida profesional o alguna anécdota que le haya ocurrido como músico, en un concierto por ejemplo?
Posiblemente uno de los hechos que influyeron más en mi vida profesional fue mi estancia en la Academia Superior de Artes Musicales de Praga, durante mis años de estudios tuve la oportunidad de conocer y trabajar una gran cantidad de repertorio no solo de mi instrumento, sino de orquesta y de música de cámara en los seminarios de interpretación con los profesores Frantisek Hanták y Karel Pivoñka, posteriormente ya como profesional, en varias orquestas como la Orquesta Sinfónica “Bohemia”, Orquesta de la Ópera Mozart de Praga, y como solista con orquestas como la Filarmónica de Kosice, Eslovakia, y orquestas de Cámara como “Brixi”.
Algunas anécdotas:
Durante mi época como estudiante en Praga, recuerdo una vez que un amigo y clarinetista no podía ir a un concierto con la orquesta en la que tocaba, y me pidió que le sustituyese. Yo acepté y le pedí las partituras sin saber qué tipo de orquesta sería, resultando ser la orquesta de música tradicional checa de la cantante estrella de la época Zorka Kohoutová, así que, al día siguiente, camuflado con un traje típico tradicional checo, salí al escenario como uno más de los intérpretes. Creo que todo salió bien, sin darse cuenta el público que uno de los clarinetes era un cubano. Fue una anécdota digna de recordar.
Otra anécdota sucedió en Viena durante una gira del Quinteto de Viento de la Habana. Nuestro concierto oficial estaba señalado para por la noche, pero nos propusieron participar en un Festival Internacional de Música de Naciones que se celebraban al aire libre en parques de la ciudad. Poco antes de salir a escena, comenzó a formarse una tormenta de verano. Los organizadores del evento nos pidieron salir inmediatamente, ya que si comenzaba a llover después de tocar la primera nota se daba como realizado el concierto y su correspondiente pago. Efectivamente al poco de comenzar el concierto de música cubana comenzó a diluviar. Todos contentos, objetivo conseguido.
— ¿Cómo acabaría estas frases?
•Para ser un gran músico se debe…..
Ante todo, amar la música, tener una gran voluntad, paciencia y perseverancia, además del talento creatividad y sensibilidad, no darse por vencido ante las primeras dificultades. Es fundamental tener un buen conocimiento técnico, y humildad que le permita su constante aprendizaje en el tiempo.
•Un clarinetista nunca…..
……debe desanimarse por los obstáculos propios que ha de enfrentarse con su instrumento, como las cañas, que requieren de mucha paciencia y disciplina, asi como no olvidar que el dominio de la columna de aire es la base para obtener un sonido homogéneo en todos los registros.
— Si le diesen la posibilidad de conocer a un personaje de la historia de la música ¿a quién escogería?
Escogería a Mozart.
— ¿Un artista con el que se identifica?
Cada artista es único, no me siento especialmente identificado con uno en concreto, más bien con un conjunto de profesionales con los que a lo largo de mi carrera me he compenetrado.
— Mozart dio al clarinete categoría de instrumento de primera línea. ¿Qué maestro lo ha influenciado más en su carrera?
Mozart mantuvo una estrecha relación con Mannheim. Su orquesta, fundada por Carl Stamitz, junto con la atmósfera musical de la ciudad, tuvo gran influencia en él. Fue aquí durante su segundo viaje a Mannheim, en 1778, donde escucho por primera vez el sonido del clarinete, quedando tan impresionado que desde ese momento se convirtió en uno de sus instrumentos preferidos, elevándolo a la más alta categoría.
No puedo hablar de la influencia de un solo profesor. Si nos referimos concretamente al clarinete, tuve la suerte de recibir clases de los mejores, tanto en Cuba, donde puedo citar a Enrique Pardo, Juan Jorge Junco y Roberto Sánchez como en la Academia Superior Praga (AMU) citando al legendario profesor Vladimir Riha y también los profesores Milan Dlouhy, Milan Kostohriz y Milan Etlik. Cada uno con sus diferencias me han servido como modelos a seguir, de inspiración, que fueron capaces de sacar lo mejor de todos los que fuimos sus alumnos.
— ¿Cuál es su obra favorita?
Hay varias, pero siempre estará presente el concierto en La Mayor, K622 de Mozart.
— ¿A lo largo de su carrera ha tocado en infinidad de escenarios y con grandes músicos y agrupaciones? ¿Puede citar algunos de los momentos más célebres?
Recuerdo especialmente algunos escenarios como la Sala de los Espejos del Cuerpo Diplomático en Praga donde interpreté el Concierto en La K622 de Mozart con orquesta. Los conciertos con la Orquesta Filharmonietta de Praga en la sala Rudolfinum, sede de la Filarmónica Checa, de una acústica increíble. La participación en Festivales Internacionales de Música de Cámara con el Quinteto de Vientos de La Habana en Kiev (Bielorrusia), en la sala del Conservatorio Superior y donde el compositor Guba nos invitó a su casa a cenar y nos dedicó su obra para órgano y quinteto de viento, invitándonos a estrenarla en Kiev en el próximo festival. En Riga (Letonia), compartiendo con la Orquesta de Cámara de Munich y el célebre flautista András Adorján; Moscú, Bratislava y Kosice, donde grabamos para la radio eslovaca principalmente música cubana del compositor Felix Darío Morgan; Viena y Praga en la sede de los compositores checos, interpretando composiciones de compositores checos y cubanos. Los dobles conciertos realizados con el clarinetista Julius Klein con la Orquesta Filarmónica Eslovaca de Kosice, las giras con la Orquesta de Cámara de Pisek a Inglaterra y Bruselas y con la Orquesta Sinfónica Bohemia a Países Bajos.
La interpretación del Quinteto K581 de Mozart con el Cuarteto de Cuerdas de Sao Paulo, Brasil, en el anfiteatro de la Casa de América de Madrid.
Las giras como director con la orquesta de viento „El Capricho“ a París, Sarlat, Berlín, Roma, Milan,Viena, el Tirol.
Pero siempre recuerdo con especial cariño mi participación en el IV ROBERTO URBAY CARRILLO IN MEMORIA en 1986, donde interpreté el Concertino Op. 26 de Carl Mª von Weber con la Banda Municipal de Caibarién, dirigiendo el maestro Marcos Urbay, en el Teatro América y especialmente en la mítica Glorieta del parque.
— ¿Cómo inspirar o motivar a una orquesta?
Al director, ya sea al frente de una orquestao de cualquier otro conjunto instrumental, le corresponde saber motivar y transmitir su interpretación de la partitura. Debe de introducirse en el mensaje que el compositor ha plasmado en notas y comunicarlo con la mayor exactitud, tanto a los intérpretes como al público.
— ¿Cuál es la obra que posiblemente ha dirigido más? ¿Hay alguna en particular que prefiere interpretar?
En los últimos tiempos me he dedicado a la dirección de agrupaciones de viento, me interesan los arreglos adaptados a las características de las agrupaciones que dirijo, donde he dado prioridad a la música cubana y española, tanto tradicional como contemporánea.
— ¿Es correcto reinterpretar la música clásica o es necesario reproducirla exactamente como fue concebida por los autores del pasado, respetando la tradición?
El intérprete siempre tiene un margen para aportar su propia interpretación de la obra, pero siempre manteniendo las características básicas del estilo, ya sea director o instrumentista. Tiene que respetarse el espíritu del compositor, estudiando la época en que fue concebida. Otra cosa es el desarrollo técnico de los instrumentos, principalmente los de viento, que en la actualidad permiten un mayor virtuosismo.
— ¿Qué consejo ha sido el que más le ha servido en su vida?
Más que un consejo, ha sido la referencia de mis padres y profesores que con sus ejemplos me inculcaron la constancia en el trabajo, conocerte bien a ti mismo y aprender de los fracasos. Estos son lecciones del aprendizaje que enriquecen nuestra experiencia.
— ¿Qué consejo daría a los jóvenes músicos?
Los mismos que recibí en mis inicios, la constancia en el trabajo, ser siempre tú mismo y aprender a escuchar distintas fuentes antes de tomar una decisión, ya sea relacionado con una interpretación, un aspecto técnico o en cualquiera de los aspectos de la vida.
— En los tiempos que corren, ¿cómo valora el público la música clásica?
La música clásica siempre tendrá su público, y de la educación musical que les brindemos a los jóvenes dependerá su apreciación de los diferentes géneros. Atravesamos en la actualidad una situación marcada por la crisis que está repercutiendo en todos los campos. Es necesario buscar nuevas maneras que faciliten el acercamiento del público al género, como conciertos didácticos, dirigido principalmente a los jóvenes y a un público poco habituado a asistir a conciertos, propiciando como estrategia de aprendizaje su conocimiento.
— ¿Envejece sin remedio el público que consume ópera y asiste a los teatros?
Es cierto que entre las generaciones más jóvenes el interés por el género ha disminuido. Esto, unido al periodo complicado de recortes por el que estamos atravesando hacen imprescindibles iniciativas por parte de los teatros, como la introducción de nuevas tecnologías, diversificación del repertorio, potenciar y favorecer su difusión en centros de estudio y universidades, que vayan encaminadas a diversificar su público, favoreciendo su renovación y evitando su envejecimiento.
— ¿Qué cree de la música actual en general y el concepto de cultura?
La música es una forma de expresión que está en constante evolución, es reflejo de la sociedad, siempre después de grandes depresiones, de guerras, hemos asistido a cambios evolutivos en los diferentes medios de expresión, no siendo la música ajena a ello. En la actualidad, nos enfrentamos a un Post-Covid muy duro, con una economía muy golpeada y con un público con menor poder adquisitivo, las ofertas van a superar a la demanda, mermada como consecuencia de la pandemia, ha puesto a la música en una situación difícil. Lo que sí tengo claro es de que no volveremos a ser los mismos, pero soy optimista de que la música sabrá salir airosa de estos nuevos retos, con creatividad y sacando beneficios de las nuevas tecnologías.
El concepto científico de cultura con el que más me siento identificado es: Los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluidos los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver necesidades de todo tipo. No es una información transmitida genéticamente sino transmitida por aprendizaje social.
— ¿Por qué es importante la música?
La música es de gran importancia para el hombre, forma parte de nuestras vidas, ya que le permite expresar sus diferentes estados de ánimo, canalizar sus sentimientos, influye sobre las emociones y el estado de humor de las personas. Sabemos que es un gran estimulador de la actividad cerebral, estimula la concentración, influye en el estrés, promueve una experiencia estética en el oyente.
Por todo ello, el estudio de la música tiene gran importancia para la educación desde edades temprana. Sus beneficios son múltiples, mejora la capacidad de atención y concentración, estimula los hemisferios del cerebro, responsables de las habilidades comunicativas o la lógica.
— ¿Cuál es el mayor triunfo u orgullo de su vida como músico?
El haber llegado a las metas que me propuse con sacrificio y constancia en el trabajo, orgulloso de haber contribuido como profesor a la formación de buenos músicos y personas.
— Después de más de 20 años un su poder, la historia de la centenaria Banda de Conciertos de Caibarién (Cuba) sale a la luz en formato digital y en edición impresa, con una estética muy cuidada y gran cantidad de material iconográfico. ¿Cómo lo consiguió finalmente? Y, ¿dónde se puede adquirir el libro?
La realización del proyecto fue posible gracias a la editorial Roque-Libros. Su director, Juan Carlos Roque, se implicó personalmente en hacer realidad la edición, cuidando cada detalle del libro con mimo y esmero, es algo que se lo agradeceré siempre.
El libro es posible adquirirlo en edición impresa o en formato digital en Amazon:
¡Enhorabuena!
Gracias.
Dr. ALBERTO RODRÍGUEZ ACUÑA
Nació en Caibarién estudió el clarinete en la Academia de la Banda Municipal con el profesor Roberto Urbay, continuándolos en el Conservatorio Provincial de Santa Clara, posteriormente se gradúa en la Escuela Nacional de Artes (ENA) en La Habana. Es Graduado de la Academia Superior de Artes Musicales de Praga (AMU) donde además realizó estudios de posgrado en educación musical, psicología y metodología de enseñanza. Realizó estudios de posgrado en el Conservatorio Superior de Brno (República Checa). Ha sido profesor y jefe de cátedra en el Conservatorio Municipal de La Habana (Amadeo Roldán), en la Escuela Nacional de Artes (ENA) y de la Facultad de Música del Instituto Superior de Artes (ISA), y jefe de su Departamento de viento por sustitución y Asesor Nacional del Ministerio de Cultura para la educación del clarinete, y presidente de los jurados en los Concursos Nacionales de Clarinete. En 1980 participa en el Concurso Internacional Primavera de Praga y en 1989 formando parte del jurado del Concurso Internacional Karol Kurpinski en Polonia. En España organiza y jurado del Concurso Nacional de clarinete Ciudad de Cullera, Valencia en 1996.
Ha impartido clases magistrales en Cuba, la República Checa, Eslovaquia, Polonia, el Reino Unido, Francia y España. Ha sido clarinetista en la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, de la Banda Nacional de Conciertos y de la Orquesta del Gran Teatro de Ópera y Ballet de La Habana.
Fundador del grupo de cámara Nueva Camerata y posteriormente el Quinteto de Viento de La Habana, perteneciente a la Agrupación Nacional de Conciertos, con el cual se realizaron giras a todas las provincias del país e internacionales a Austria, Rusia, Letonia, Bielorrusia, Eslovaquia y Chequia. Se grabaron dos discos en los estudios de la EGREM.
En la República Checa fue clarinete solista en la Orquesta de la Ópera Mozart de Praga, fundador de su quinteto de viento y clarinete solista de la Orquesta Sinfónica Bohemia.
Ha realizado gira de conciertos por Austria, Italia, Alemania, Francia, Eslovaquia, Polonia, Rusia, Ucrania, Letonia, Bulgaria, el Reino Unido, República Checa, Marruecos, Bélgica y los Países Bajos.
En la actualidad reside y trabaja en Madrid, donde ha sido profesor en la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid hasta 2012. Actualmente es profesor de clarinete y música de cámara en el Centro Superior de Música Katarina Gurská y de las Escuelas Municipales de Música de Madrid. Es fundador y director del Ensemble de Clarinetes de Madrid y de la Orquesta Solistas de Cámara de Madrid, cofundador de los Cursos Internacionales de Clarinete Julián Menéndez y de la Asociación Española para el Estudio y Desarrollo del Clarinete. Regularmente imparte clases magistrales en los Cursos y Festivales Internacionales de Música de Cámara Ameropa y de los Cursos Orquestales Filarmonietta en Praga, República Checa y miembro de Praga Clasica.
Es actualmente presidente de la Asociación de Música de Cámara de Madrid y ha sido fundador y director artístico de los cursos internacionales de música de cámara y orquesta: Boccherini en 2005, Mozartissimo en 2006 y CHAMBERart desde 2007 hasta la actualidad.”
Es Doctor, Cum Laude por la Universidad Autónoma de Madrid, España. y Consultor científico ad honorem de la Cátedra UNESCO.
Banda de conciertos de Caibarién
Autor: Alberto T. Rodríguez Acuña.
230 páginas. 14 x 21 centímetros.
Roque Libros: https://roquelibros.wordpress.com.
ISBN:9798720418502
Un gran libro que le recomiendo a todos los que se interesen por nuestra música, tradiciones musicales y/o por Caibarién, pueblo que forma parte de mis más bellos recuerdos de infancia. Recuerdo cuando iba a él a casa de mis tíos desde Camajuaní y continuábamos hasta Cayo Conuco o Los Ensenachos.
Un gran abrazo desde La Ciudad Luz,
Félix José Hernández.