-Por Andres Alburquerque
A mi propuesta de sumarse a la carta de disculpa que estoy enviando a la señora Trump hubo un amigo que me exhortó a enviar otra a Michelle Obama. Según el esto me haría más coherente; siguió a eso un careo en el que cada vez más se pone de manifiesto la falta de objetividad que reina. Véase que no digo imparcialidad porque nada ni nadie es imparcial; pero si podemos ser objetivos y reconocer lo malo que haga incluso nuestro propio bando.
Para empezar; emplazarme a enviar una misiva también a Michelle es una falta de respeto y una ofensa imperdonable; en especial cuando se empuña el término “coherente”. La invitación lleva intrínseca una dosis de ironía y sarcasmos que quien la formule debe llevar con el máximo decoro; de lo contrario es una vulgar afirmación de barrio. Luego continúa el careo y obligatoriamente caemos en la belleza de Michelle Obama; y allá van blancos y mestizos que siempre se han mantenido lo más lejos posible de mi color a darme lecciones de cómo se han impuesto patrones de belleza disque greco romanos y all that jazz. Otra flagrante falta de respeto porque yo sé mejor que ellos lo que significa ser negro; la izquierda y sus aliados son tan arrogantes que con absoluta desfachatez pretenden enseñarme a ser negro. Entonces allá va la manida explicación de que debido a los patrones colonizadores vemos fea a la ex primera dama.
Bien; soy consciente de los patrones impuestos y he sido víctima de los mismos toda mi vida; no es necesario que me lo recuerden. Pero las injusticias y los avatares históricos justifican sólo hasta un punto. Y doy un ejemplo nítido para que nos dejemos de pendejadas y teorías de vidette. Denzel Washington es un hombre bello, Sidney Poitier fue un hombre bello y aún de viejo mantiene su carisma físico. Kerry Washington posee una belleza rara pero a fin de cuentas es bella. Incluso Jamie Fox y Samuel L Jackson se pueden considerar bellos, pero Forest Whitaker; a pesar de ser de nuestros mejores actores y poseer una inusual dulzura en su mirada NO es bello. Ninguno de los más seres humanos que mencioné es caucásico ni un demonio. Feo es feo y Michelle Obama es fea como el hambre y PUNTO. A menos que los arrogantes de siempre pretendan; una vez más, enseñarme el patrón de belleza de mi propia raza.
Steven Tyler es blanco y parece un MONO; es extremadamente sexy; es una talentoso cantante pero es feo como el Coco. La belleza y la fealdad física y de rostro existen y no califican ni descalifican a nadie. Lo que no admito es que me vengan a dar lecciones de racismo a mi.
Recuerden bien; ahora para irle contra Trump algunos hispanos se han apeado con que si dizque brown; ellos llegaron ahora. Yo soy negro desde hace 64 años y medio y no acepto lecciones de ningún advenedizo racial.
Aspiro a un mundo mucho mejor que el de hoy; veo con suma esperanza y gran expectativa como muchos obstáculos son derribados. Mi experiencia personal en Europa en general y en Italia en particular fue un bálsamo refrescante que me ayudo mucho a comprender quién soy; de donde vengo y en especial hacia donde deseo ir. Todo lo que vaya hacia la igualdad puede contar conmigo; pero lo feo es feo, lo lindo es lindo y la ex primera dama es INMETIBLE. Y eso no tiene nada que ver ni con Cristóbal Colón ni con Malthus ni con la maltina con leche.
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