La Zonificación Escolar, es decir, el sistema utilizado para la admisión de alumnos en los centros escolares de Infantil, Primaria y Bachillerato, es siempre complejo y fácilmente criticable por su propia dificultad. Nunca contenta a todos.
Cuando gobernaba el Partido Popular en Castilla-La Mancha existía en cada localidad una zona única, si no estamos mal informados, y los alumnos, al finalizar la Primaria, por ejemplo, solicitaban cualquier Instituto público sin tener en cuenta el colegio de procedencia o la distancia al centro solicitado.
Para el curso que viene, la Consejería de Educación, de signo político diferente, ha dividido cada localidad en zonas obligando a los alumnos a adscribirse a centros públicos determinados.
El problema de esta medida es la distancia que en algunos casos puede rondar los dos Kilómetros apoximadamente. Por ejemplo, un alumno del Colegio Menéndez y Pelayo de Puertollano, que está situado al suroeste, tiene opción de matricularse en el Instituto Dámaso Alonso, que esta en el extremo nordeste, o en el Leonardo que está algo más próximo pero en el mismo barrio que el anterior. Un alumno del final del Poblado, casi enfrente del cementerio, extremo este, tiene que ir obligatoriamente al Fray Andrés que está en el centro, teniendo otro instituto mucho más cercano.
Al final, la opción de los padres será llevar a sus hijos a los colegio o institutos concertados, que están mejor ubicados para un porcentaje importante de alumnos. No creemos que ese sea el interés de la Conserjería, pero es la mejor opción para evitar desplazamientos exagerados, sobre todo si los alumnos no tienen familiares que les acompañen.
Ya hemos dicho que la zonificación es complicada se haga como se haga, pero, en cualquier caso, debe poseer una característica elemental: la flexibilidad.
Partido Ibérico (íber), IBERIA: Maestra de la vida.
Adscripción de alumnos a centros docentes
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