Foto: Roma, 1991. Ricardo Bofill y Félix José Hernández.
París, 17 de julio de 2020.
Hace un año, en un día como hoy, al regresar a casa después de unas largas vacaciones en familia por las islas del Mediterráneo, conocí la triste noticia de la llamada a La Casa del Señor de mi querido Amigo Ricardo Bofill.
Nos conocimos en el 1991 en Roma durante el congreso “Europa Chiama Cuba” y desde entonces quedamos en contacto, nos volvimos a encontrar en congresos en París y Madrid, también en casa de nuestra amiga común Doña Martha Frayde en la capital española. La Dra. Frayde y Ricardo fueron militantes activos por los Derechos Humanos hasta los últimos instantes de sus vidas.
Ambos se negaban a mentir, pues consideraban que la verdad sobre las violaciones de los Derechos Humanos en nuestra Cuba era tan grande, que exagerar les parecía indignante.
En cada viaje que hacía a Miami, me encontraba con Ricardo y su querida Yolanda, ésta era amiga, compañera, esposa, es decir…la mujer de su vida. Los recuerdo rezando fervientemente frente a la imagen de la Virgen cuando con mi esposa los acompañamos aquí en París a La Capilla de la Medalla Milagrosa de la rue du Bac.
Te recomiendo leer el artículo del periódico madrileño ABC, donde narra la trayectoria de represión, cárceles y exilios a causa de su intensa actividad, para que el Mundo conociera sobre las violaciones a los Derechos Humanos en nuestra Patria:
Mi esposa se une a mí para enviar nuestras más sinceras condolencias a Yolanda y al resto de su familia.
Su partida me hace recordar nuestros paseos por París y una bella canción de Alberto Cortez: “Cuando un amigo se va”:
Descansa en paz por la eternidad muy cerca de Dios querido Amigo, te recordaré hasta el final de mi tiempo con gran simpatía y admiración,
Félix José Hernández.
Nota bene: Esta crónica aparece en mi libro «Memorias de Exilio». 370 páginas. Les Éditions du Net, 2019. ISBN: 978-2-312-06902-9